El atentado en Ataturk, el aeropuerto internacional de Estambul, produjo un sismo en Brasil. La tragedia ocurre a 35 días de la inauguración de las Olimpíadas Río 2016, un mega evento mundial que deja expuesta la seguridad de 10.000 atletas, 600.000 turistas extranjeros y cientos de miles de brasileños que pretenden asistir a los juegos. En una conferencia de prensa con el periodismo extranjero, las autoridades de Brasil informaron que existe un aumento en el nivel de alerta de las fuerzas de seguridad que previenen actos de terrorismo. En este caso, según la agencia de inteligencia brasileña Abin, “está por encima del que caracterizó la Copa del Mundo de 2014”.

La operación brasileña para garantizar vidas y bienes de locales y turistas involucra a 85.000 hombres. De ellos, 47.000 responden a las fuerzas policiales y de inteligencia, y 38.000 son miembros de las Fuerzas Armadas, que actuarán en conjunto con la policía. En la entrevista con Andrei Rodrigues, secretario de Seguridad de Grandes Eventos (organismo que depende del ministerio de Justicia), el funcionario explicó que el foco anti terrorista está puesto, especialmente, en la apertura y el cierre de los juegos olímpicos, y los posteriores juegos paraolímpicos. Es allí, en presencia de todas las delegaciones y de jefes de Estado invitados, donde se supone que pueden ocurrir acciones criminales. Para dejar al mundo relativamente tranquilo, Rodrigues señaló que no sólo participarán brasileños. “Tenemos la colaboración de 250 policías de 55 países, que forman parte del Centro de Cooperación Policial Internacional (CCPI)”. Pero hay otro organismo para prevenir ataques armados: el Centro Integrado Antiterrorismo (Ciant). Participan 7 países, entre ellos, Argentina y Paraguay. Las razones son más que obvias: la Triple Frontera es un lugar más que sensible.

Rodrigues, quien además coordina la seguridad olímpica a nivel nacional, relató que hicieron 45 tests sobre eventuales atentados terroristas en los dos encuentros más masivos de Río 2016: la apertura y el cierre. Reveló también que ya se posicionaron en la Villa Olímpica, donde ocurrirá el grueso de las competencias, 3.000 agentes de la Fuerza Nacional (un cuerpo formado durante el primer gobierno de la presidenta Dilma Rousseff para atender estas emergencias).

--¿Cómo influyó el drama de Turquía en las previsiones de seguridad de las Olimpíadas?

--El atentado en Turquía es una nueva demostración de barbarie. Lo que estamos haciendo es ampliar la capacidad de acción del centro de cooperación internacional y del centro integrado antiterrorista (CIANTE). Este organismo empezará a operar en formar directa a partir del 31 de julio y estará en funcionamiento hasta el 23 de agosto. Trabajamos además activamente en regiones limítrofes (como la Triple Frontera) que involucran a Argentina y Paraguay, por un lado, y también a Colombia.

--Hay una crisis financiera de Brasil. ¿Puede afectar la seguridad?

--No puedo negar la crisis de la seguridad pública. Sería insensato, ya que el gobernador de Río de Janeiro Francisco Dornelles lo manifestó públicamente. Pero ya hubo una respuesta: la liberación de 2.900 millones de reales (unos 850 millones de dólares) para que todas las deudas financieras del Estado referentes a seguridad pública, que hoy son un gran problema, sean subsanadas. Y con eso tendremos plena capacidad operativa.

Sobre la participación de las Fuerzas Armadas, el secretario Rodrigues indicó: “Los controles se harán en áreas definidas como la Línea Vermelha y la Línea Amarela”, ambas de acceso y salida del Aeropuerto Internacional del Galeao. “Nuestro modelo es de integrar la seguridad entre fuerzas policiales nacionales, provinciales y las fuerzas militares. En ese sentido, se sigue un esquema internacional”. Indicó que existe un pedido del gobernador en ejercicio Francisco Dornelles para garantizar legalmente la intervención de las Fuerzas Armadas. “Ayer hubo una reunión entre el gobierno estadual, nuestros equipos y Defensa, para determinar las áreas operacionales que serán provistas por el Ejército. En esas áreas habrá, también, en simultáneo fuerzas policiales”. Recordó, además, las acciones de la secretaría que comanda. “Se han formado más de 400 jefes policiales en 15 cursos anti terroristas en la embajada de Estados Unidos”. Según Rodrigues, también hubo formación con otros países, especialmente Francia.