En el marco del cierre del primer encuentro de Santa Cruz sustentable y la entrega de premios de “Reciclá y viajá”, el intendente Pablo Grasso anunció una nueva planta de reciclado y la ampliación de la actual. A esto se le suma además que aquellos residuos que no puedan ser reciclados, tendrán una nueva disposición final en el lote 113. Se trata del espacio ubicado en el predio camino hacia punta Loyola, donde estar ubicado el nuevo vaciadero comunal. El proceso es el siguiente: en el basural actual, donde funciona la planta de tratamiento, los residuos son separados. Aquellos que sirven para reciclar son pesados y compactados para la posterior venta comercial. En este punto, aquellos que sean rechazados serán enviados al lote 113 para su disposición final.

Asimismo, desde la municipalidad informaron ayer a este medio que se viene gestionando una nueva planta de separación. Teniendo en cuenta que la actual quedó chica en comparación a la generación de basura que hay en la capital santacruceña. Se espera que otros desechos, como el de la zafra, vayan a parar también a este nuevo lote.

Otro punto que remarcaron es que la cinta comprada en la gestión anterior quedó obsoleta, por lo que se realizó una compra que finalmente quedó ociosa.

Vale la pena mencionar que además de la mejor disposición de los residuos que se observa en el vertedero, en la actualidad, de las 100 toneladas promedio por día que se producen en la ciudad, alrededor del 50% se procesa en la planta de tratamiento, logrando que el material que se destina al repositorio es de menor impacto y ordenado. 

La operatividad del nuevo vaciadero requiere de una inversión económica de importancia, entendiendo que implica la puesta en funcionamiento de maquinaria, además del trabajo diario. Traslado de trabajadores y traslado de 60 toneladas de basura que implica bateas, camiones, motoniveladoras, cargadoras.