En el caso de San Martín, los concejales aprobaron la ordenanza 20/2020 declarando al municipio "territorio libre de pirotecnia".

En los argumentos señalaron la "mala e imprudente utilización en cuanto a la manipulación de estos productos, que generan un riesgo muy grande de accidentes e incendios y el impacto que provoca al ambiente, animales (tanto domésticos como silvestres), ya que sufren de manera inexplicable generando accidentes de tránsito debido a mascotas extraviadas y aturdidas".

También lamentaron el daño que sufren "las personas, en especial los niños que padecen trastorno del espectro autista, ya que experimentan síntomas como miedo, ansiedad, estrés e ira al escuchar el estruendo de la pirotecnia y de la pólvora. Esto también personas mayores que padecen los ruidos".

En cuanto al municipio de Campo Ramón, se informó que la desición de prohibir la comercialización y el uso de pirotecnia sonora se tomó después de varias sesiones en el Concejo Deliberante, donde "se analizó el efecto nocivo que conllevan".

Desde el organismo añadieron que "se analizó la posición de empresas fabricantes de estos elementos, que argumentaron efectos negativos sobre las fuentes laborales de los fabricantes, pero los ediles coincidieron en que debe primar la salud por sobre otras cuestiones, tanto de seres humanos, como de animales".

"En ese aspecto, se tomó en cuenta la recomendación de profesionales médicos, asociaciones protectoras de animales, médicos veterinarios, ecologistas y demás, quienes aseguran la nocividad que generan los artefactos pirotécnicos sonoros en personas y animales", se afirmó.

La ordenanza 41/2020 exceptúa el uso de la pirotecnia lumínica (luces sin sonido) y aclaró que el control del cumplimiento será tarea de la Policía.