En un año, 27 mil marplatenses cayeron en la indigencia

En un año, 27 mil marplatenses cayeron en la indigencia

Así se desprende de los índices dados a conocer por el Indec. En el segundo semestre de 2017 había 14.239 personas que no alcanzaban a cubrir las necesidades básicas. En segundo semestre del año pasado, la cifra trepó a 41.164.

 

Los últimos datos de pobreza en Mar del Plata dan cuenta de una situación preocupante en la ciudad, donde una de cada cuatro personas está por debajo de la línea de pobreza. Sin embargo, la mayor preocupación la genera el alarmante crecimiento de la indigencia.

Los últimos datos del Indec confirmaron que en el segundo semestre de 2017 en Mar del Plata había 14.239 indigentes. Un año después la cifra prácticamente se triplicó: hay 41.164.

¿Qué implica ser indigente? “Es la gente que no alcanza a completar la canasta básica, es decir que no cubren las necesidades calóricas que se tienen consideradas”, explicó la socióloga Eva Ayala, quien luego fue más cruda en la definición: “No les alcanza para comer”.

Según las estimaciones de los especialistas, una familia tipo compuesta por una pareja y dos hijos necesita 10.000 pesos al mes para no caer en la indigencia. En Mar del Plata hay 12.735 hogares en la indigencia.

Una de las incógnitas que surgen al ver los datos de pobreza e indigencia es por qué Mar del Plata que encabeza el ranking de desocupación de todo el país y en materia de pobreza está más de 7 puntos por debajo de la media nacional.

En ese contexto, Ayala remarcó que si bien no se puede dar una respuesta con rigor científico si se pueden establecer hipótesis que permitan explicar ese fenómeno. Así, la socióloga planteó que la tasa de actividad de empleo en Mar del Plata está dos puntos por encima de la media nacional, lo que se puede traducir en que hay más personas dentro de un grupo familiar que trabajan, lo cual mejora los índices de pobreza.

Además, planteó ejemplos de aglomerados en donde prácticamente hay pleno empleo y muestran cifras preocupantes en materia de pobreza e indigencia. “Esto significa que la relación entre los ingresos y el costo de vida es más despareja”, detalló y remarcó que, por ejemplo, el costo de vida en la Patagonia es el más alto del país por lo que aunque haya pleno empleo los ingresos no son suficientes para superar esa línea.

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