Marcos de Quinto vuelve a perder ante los trabajadores que protestaron en su boda

Marcos de Quinto vuelve a perder ante los trabajadores que protestaron en su boda

La Audiencia Provincial de Cuenca da la razón a los manifestantes y confirma su absolución, que fue recurrida por el ex de Ciudadanos.

La Audiencia Provincial de Cuenca ha dado la razón a los tres trabajadores de Coca-Cola acusados por el exdiputado de Ciudadanos, Marcos de Quinto, de un delito de injurias, otro de coacciones y un tercero contra los sentimientos religiosos por su participación en una protesta laboral el día de su boda. El tribunal ha confirmado la absolución que impuso hace unos meses el Juzgado de lo Penal número 1 de Cuenca y rechaza el recurso del ex de Ciudadanos. Considera que los empleados de la multinacional no cometieron ninguno de los tres ilícitos por los que el antiguo miembro del partido naranja reclamaba cuatro años de prisión.

En una sentencia a la que ha tenido acceso El Confidencial, la Audiencia explica que los tres acusados formaban parte del grupo de unos cuarenta trabajadores de la empresa Casbega Coca-Cola de Fuenlabrada que se concentraron por la tarde en la Plaza Mayor de Cuenca, vestidos con camisetas y gorras rojas en las que se leía 'Fuenlabrada en lucha', y que lo hicieron para aprovechar la asistencia de personas relacionadas con las empresas de la marca a la boda de De Quinto, ahora exdirectivo de la compañía.

Iniciada la ceremonia los manifestantes corearon gritos frente a la catedral por donde iban entrando los invitados a la boda y la novia. Entre otros: "Hemos venido a joderte la boda y el resultado nos da igual", "que viva la lucha de la clase obrera", "lo llaman democracia y no lo es", "o con la patronal o con la clase obrera", “arriba, abajo, Coca-Cola nos quita el trabajo, abajo, arriba, Coca-Cola nos quita la vida”.

Dentro de la catedral, durante la ceremonia religiosa, se oyeron de fondo las consignas proferidas por los manifestantes. Tras la ceremonia, una vez que los novios subieron al vehículo que les iba a llevar al Parador Nacional de Cuenca, en cuya parte trasera habían puesto varias pegatinas reivindicativas, uno de los acusados se aproximó a la ventanilla "en la que dio un golpe con el puño para llamar la atención de De Quinto, que le sonríe desde dentro" y le dice: "(...) Eso dientes, dientes Marcos de Quinto tú que nos llamas compañeros…".

"No podemos afirmar que la reivindicación laboral en cuyo seno se produjeron los hechos enjuiciados, se desbordara o degenerara en una situación de violencia o intimidación que desnaturalizara aquella hasta el punto de convertirla en mero pretexto o cobertura formal de comisión de actos delictivos", dice la nueva resolución que añade que aunque hubo "excesos verbales, inapropiados e innecesarios para la reivindicación, que pudieron originar situaciones incómodas, molestas y desagradables, especialmente para los apelantes en un día tan especial como el de su boda", predomina en este caso el derecho de manifestación. Los trabajadores habían obtenido permiso para concentrarse en la plaza Mayor de la ciudad castellanomanchega donde se sitúa el centro religioso y el Parador Nacional, lugar elegido para el banquete.

La sentencia también excluye el delito de sentimientos religiosos e indica que aunque por breves instantes se causó "una pequeña interrupción o una perturbación" esta cesó "inmediatamente" y puede ser considerada menor. "Incluso algunas conductas que, formalmente, pudieran calificarse como impeditivas, por momentos muy breves, del acto religioso, si cesan inmediatamente, podrían entenderse no delictivas", agrega. No ve suficiente peso en los insultos proferidos para considerarlo injurias.

De Quinto, igual que otros dirigentes de Ciudadanos, fueron muy beligerantes al recordar la protesta que el directivo de Coca-Cola sufrió en su boda poniendo como ejemplo el "escrache" que sufrió por algunos trabajadores de la compañía, que ahora quedan absueltos.

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