Por: Gabriela Saavedra.

Durante mucho tiempo, el consumismo lo invadió todo. También nuestra alimentación. Nos convencieron —con bastante facilidad— de que la felicidad venía en forma de latitas, paquetes, botellas o cualquier otro tipo de envase que contuviera una manera simple de escapar del mundo, al menos por un ratito. Azúcar, sal, grasa, aceite, todo listo para comer y con un packaging muy atractivo. Cómo resistirse.

Cuando empezamos a comer, no podemos parar. Y no es porque sea muy rico, no no. Es porque es adictivo: nos hackean el cerebro para que no podamos parar de comer, para que ese instante en el que estamos con la cabeza adentro de un paquete de papa fritas, o a punto de sumergirnos en un vaso lleno de alguna bebida burbujeante y fría, sea el más anhelado de nuestra vida. La recompensa a todos nuestros esfuerzos, el premio que nos merecemos por trabajar tanto. El placer por el placer, sin cuestionarnos nada. 

Coca-Cola, la marca más elegida por los argentinos

En la Argentina —y en todo el mundo— Coca-Cola es la marca más elegida, no solo en la categoría bebidas, sino también en el ranking general de consumo masivo. Los argentinos la prefirieron 233 millones de veces durante el 2021. Está —de acuerdo a los números— en el 79,6% de los hogares del país. Con crisis, una inflación galopante, desempleo, pobreza: casi 8 de cada 10 familias argentinas compran Coca-Cola.

Los datos se desprenden de estudio Brand Footprint, llevado adelante por la firma Kantar Worldpanel. Los resultados del análisis surgen a partir de la medida Consumer Reach Points, que mide la fuerza de una marca en términos de la cantidad de veces que los compradores la eligen. 

De acuerdo con el relevamiento, la marca estadounidense obtuvo el primer lugar en la categoría “Bebidas”, a la vez que encabezó el ranking general de consumo masivo por segundo año consecutivo. Coca-Cola también ocupó el primer puesto en Latinoamérica y a nivel global. En todo el mundo, la gaseosa fue elegida 6.628 millones de veces para el consumo en hogares, con lo que aumentó un 3% su performance (CRP) en comparación con el 2020.

La segunda marca más elegida en nuestro país fue La Serenísima, seguida por Arcor, Baggio, Natura, Ilolay, Knorr, La Virginia y Colgate. 

Dueños de nuestras elecciones

Si bien es natural que una marca busque vender, y también es cierto que la Ley de Etiquetado frontal —recientemente reglamentada— tiene como objetivo “prevenir” de alguna forma a los consumidores sobre los componentes que están metiendo en su cuerpo, la realidad es que la responsabilidad ulterior está en nosotros mismos. Nosotros elegimos qué comemos, cuándo, cuánto, y a qué le damos el poder de hacernos sentir “felices” o “recompensados”. 

De nosotros, entonces, depende cambiar esa configuración y comenzar a tomar mejores decisiones, a hacer mejores elecciones, a poner nuestra salud y nuestro bienestar por encima de todo. Llegó el momento de desaprender, de hacernos cargo, de tomar las riendas de nuestra propia vida. 

La felicidad no está adentro de una botella, está en la posibilidad de mirar un cielo azul, respirar profundo y abrazar a la gente que queremos. Que nadie trate de convencerte de lo contrario otra vez.