De decir, y parecer I. El abogado José Luis Gallo, considerado pieza clave en el armado de la trama de La Liga, reconoció haberse apoderado del negocio de generar las acciones legales suficientes y necesarias para poder sellar la orquestación de las subastas que se daban en el salón de remates del Colegio de Martilleros local. En su declaración afirmó que, por medio de uno de los actores más visibles de esta organización cuando menos irregular, Ricardo Monteros, logró integrar el esquema, reemplazando así al abogado y actor de La Liga por años José del Cerro. Del Cerro es titular de la materia “Práctica comercial y procesal II”. Curioso que ante gentes fiscales se hable de apoderamiento de un negocio ilícito y que quede como una anécdota.

De decir, y parecer II. Algo parecido a lo que ocurre en relación a la IPP N° 08-00-021536-14 presentada por Guillermo Ciliberti y que fue desestimada por el fiscal Eduardo Amavet quien no advirtió nada raro en el video en el que se ven claramente todos los hechos denunciados, entre ellos el uso de la violencia, y el trato que existía entre los actores presenciales de “La Liga”. Es raro que desestimara la denuncia, cuando en las pruebas quedaba claramente expuesto que existía un método, un esquema económico, y que a los hechos no existe modo alguno de negarlos. Interrogante: Amavet, ¿distraído, displicente, o participe?

Diciendo quien es cada uno I. Ricardo Monteros es un ex integrante de la infantería de marina y en la IPP que procuró el CATI se le señala como ex agente de inteligencia. Es el único que está en detención en Batán y nuestras fuentes señalan que brama por salir. Monteros, entre el día de su detención y este momento, ya cambió en dos ocasiones de abogado. Como dice el dicho, parece que pasó de Guatemala a Guatepeor. De cambiar el segundo abogado lo convencieron convictos, que le avisparon de la catadura mendaz del que aparecía como su segunda opción. Hay temor a que Monteros se harte si no le cumplen con otorgarle la detención domiciliaria, y se decida a hablar.

Diciendo quien es cada uno II. Un aspecto relevante evitado por el Muti Ladrey y la media digital canalla de corte y pegue, es el de las sociedades conexas a lo que se conoce como “La Liga”. MDQ Desarrollo Lar Sur es una S.A. integrada por Oscar Larluz, Jorgelina Allegro, Diego Julian Vespa (a) “el chulí”, Elena Marta Vuoso y Alicia Barros. En Chaca 2015 S. A. encabeza Larluz, pero son sus compañeros de ruta, entre otros, los abogados de bancos Ricardo Mariano Napp y Agustina Napp, y Valentín Fumaroni, hijo del ex contable del galleguito emprendedor, Daniel Fumaroni. También, en la trama que se armó en Mar del Plata en torno al ex secretario presidencial Daniel Muñoz (fallecido), el escribano Pablo Buscaglia aparece como un actor relevante (continuaremos).

De aperturas y créditos locales. Un espectáculo de penosa factura ha sido el tema quién se arroga el crédito ante la ciudadanía la elaboración y la puja para lograr la apertura de comercios gastronómicos y actividades en espacios públicos. Hay dos curules que trabajaron mucho, como es el caso de Alejandro Carrancio y Horacio Taccone. Intentar dar todo el crédito al intendente es bien de aparato soviético fascista de comunicación centralizada. La cadena de corte y pegue siempre necesita un amo que le diga qué, cuándo, cómo, y dónde publicar. Atrasan mal.