El lunghismo volvió a sonreír en las urnas

El lunghismo volvió a sonreír en las urnas
A las 20.15, salía por primera vez del bunker el responsable de la campaña lunghista, Julio Elicheribehety, confirmando las primeras cifras del recuento de votos. Con un marcado optimismo, anunció a los todavía pocos presentes que se juntaban en el comité, definiendo el escenario como positivo. Más precisamente sobre las mesas del distrito afirmó que se estaba con “expectativas favorables”.
Primero, había confirmado ya el triunfo en todas las mesas de María Ignacia Vela, Gardey y en De la Canal, como localidades rurales del Partido.

Es que el lunghismo se vio como hacía rato, más precisamente desde aquella reñida contienda de 2003, en apuros a la hora de confiar en un triunfo, el séptimo consecutivo desde que son gobierno.

De todas formas, los datos preliminares no hacían más que ratificar el rumbo que habían pronosticado las encuestas primero y las boca de urna después. Una tendencia a favor del radicalismo por sobre la oferta electoral justicialista que, de la mano del bossismo, supo achicar sensiblemente la brecha de una década a esta parte. Más precisamente la diferencia -según los datos relevados al cierre de esta edición- rondaba entre los cinco a ocho puntos por ciento, con el 78 por ciento de las mesas escrutadas.

Internas

Independientemente de la virtual polarización entre ambas fuerzas, las mismas contaban con una competencia interna. En el Frente Progresista Cívico y Social, el lunghismo salió airoso puesto que ni Oscar Martens ni Ana Thostrup llegaron al piso (el 15 por ciento de los votos) que les permitía sumarse a la lista como minoría.

Caso contrario sucedió en el Frente para la Victoria, donde el presidente del Partido Justicialista Raúl Escudero sí superó el 25 por ciento que le permitió “colarse” en la lista liderada por Pablo Bossio rumbo a octubre.

Con el 25 por ciento de las mesas escrutadas, pisando las 21.30, Pablo Bossio salía de su bunker para afirmar a los medios de prensa cuáles eran su guarismos cual tendencia. Visualizaba un 70 a 30 en la interna con Escudero, y un 35 a 31 en lo que representaba la pelea general con el lunghismo, cifra que al paladar bossista resultaba más que alentador teniendo en cuenta que la brecha se achicó y mucho en comparación con otros actos eleccionarios desde que el radicalismo es gobierno.

Noticias en el Frente

También las miradas de los comicios se focalizaban en lo que podía suceder en la interna del Frente Renovador que llevaba a Sergio Massa como candidato nacional. Tal rezaban las previsiones, se registró una puja voto a voto entre Claudio Ersinger y Carlos Mansilla, quedando más relegado el sindicalista Daniel López.

La competencia, como la tracción que factiblemente sumó la candidatura de Segio Massa, permitió que la fuerza massista se transformase en la tercera opción detrás del radicalismo y el Frente para la Victoria, superando al dernarvaísmo (Unidos por la Libertad y el Trabajo) de Mario Bracciale y compañía, quien quedó como cuarta en el ranking de las PASO rumbo a octubre.

No siguen en carrera

Para el resto de las opciones electorales que se ofrecía en el escenario vernáculo, no se registraron mayores sorpresas respecto a lo que señalaban las tendencias de los sondeos de opinión previos al sufragio.

El Frente de Izquierda de los Trabajadores que llevaba como cabeza de lista a Germán Olivera, superaba el piso (entre el 4 y 5 por ciento) que les permite competir en octubre. Dispar la suerte para Compromiso Federal (Alejandro Montero) y Unión con Fe (Enrique Vistalli), que anoche aún no podían corroborar si seguían en carrera.

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