Luján: vecinos advierten que una nueva planta recicladora es una excusa para agrandar el basural

En el Ministerio de Ambiente habían destacado la reconversión ambiental y sanitaria de la zona y la inclusión social para sus trabajadores, pero los habitantes alertan sobre un “desastre irreversible”.

Por Gustavo Tubio

Los vecinos hablan de un genocidio ambiental y las autoridades aseguran que están respetando la encíclica Laudato sí, del Papa Francisco. Lo cierto es que el basural a cielo abierto de Luján, ubicado a muy pocos kilómetros de la basílica, es uno de los más grandes de país.

Algo hay que hacer para controlarlo porque crece día a día, pero ¿lo que se está haciendo es lo que hay que hacer para solucionar el problema o lo agranda?

Un grupo de vecinos autoconvocados del partido de Luján asegura que el municipio no los escucha. Ellos exigen que el Gobierno atienda sus advertencias sobre las consecuencias negativas e irreversibles de instalar una supuesta planta recicladora. Ellos dicen que la planta es una excusa para agrandar el basural y destruir un bosque virgen ubicado a solo dos kilómetros y dónde depositaría más basura destruyendo los árboles y dañando las napas de agua hasta ahora libre de contaminación.

Desde el Ministerio de Ambiente habían destacado la reconversión ambiental y sanitaria de la zona y la inclusión social para sus trabajadores, pero los habitantes alertan sobre un “desastre ambiental irreversible”.

“Son numerosas las anomalías detectadas para construir el relleno en el sitio donde el municipio fue autorizado por el Gobierno nacional”, aseguran los vecinos. Ellos dejaron en claro que no se oponen a los proyectos de rellenos sanitarios, sino a este en particular, por considerar que “está impulsado sin la debida idoneidad y transparencia”.

El proyecto se da en el marco del Plan Federal de Erradicación de Basurales a Cielo Abierto impulsado por la cartera de Ambiente, y con la financiación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). La zona se encuentra a 5 kilómetros del centro de Luján y a 70 kilómetros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Entre sus quejas, los vecinos aseguran que pegado al nuevo basural hay áreas residenciales, establecimientos productivos orgánicos, espacios recreativos, haras con centenares de animales y establecimientos educativos, como la escuela primaria Justo José de Urquiza N°3 que se proveen de agua de las napas.

¿Que hacemos con la basura? Un tema que evidentemente no está solucionado en Luján.

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