LUJÁN - FUE INAUGURADA LA MUESTRA DEL ARTISTA JUAN D’ALESSANDRO

LUJÁN - FUE INAUGURADA LA MUESTRA DEL ARTISTA JUAN D’ALESSANDRO
El pasado martes 4, en la Sala Juan Paladino del Museo de Bellas Artes, se dejó inaugurada la muestra del artista Juan D’Alessandro, “Diseño – Grafica Digital – Historia de vida”.
Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo del Director de Cultura y Turismo Lic. Sebastian Miglioranza, quien agradeció la presencia del público presente, manifestando la importancia que tiene esta muestra y la jerarquía que le da al Museo, este Museo que en este año cumplió sus 50 años de la Resolución Provincial Nº 2393 del 9 de junio de 1961, por la cual se crea esta institución, destacando algunos aspecto personales del Artista Juan D´alessandro, que lo vincularon con esta ciudad como fue en el año 1988 donde es invitado a licitar por la Cooperativa Eléctrica de Servicios Públicos Lujanense Limitada para equipar su nuevo edificio de Servicios Funerarios, donde se le otorgan todos los halles.-

Acto seguido tomo la palabra el mismo artista Juan D´alessandro, quien realizó una retrospectiva de su vida, destacando algunos aspectos creativos que fueron disparadores en su vida y en su arte, del cual hoy podemos disfrutar, como así también recordó ante los presentes cuando el Centro de Arquitectos e Ingenieros de Luján organizara una muestra de Diseños D’ Alessandro en La Asociación Cultural y Biblioteca “Florentino Ameghino” de nuestra ciudad, para concluir este con un emotivo pero significativo desarrollo por todo lo que debió atravesar para poder realizar esta muestra que le demando un tiempo de dos años el poder concretarla, y que gracias a Dios hoy podemos apreciar.-

A continuación tomo la palabra la señora Graciela Taquini, quien describiese a Juan D´alessandro y su obra como EL ARTE DE VIVIR, EL DISEÑO DE CONSTRUIR, rememorando el libro que dedicó Jorge Preloran a su amigo Juan D'Alessandro, siendo este el testimonio de un retrato en el tiempo de un protagonista entrañable, vivo, amigo en las buenas y en las malas. Dejando entrever, que el libro es un proceso sobre la temporalidad, del transcurrir de un hombre probo y los vericuetos de su proceso creativo. Jorge Preloran es un extraordinario editor al mismo tiempo que un gran narrador. Solo puede retratar a personas con las cuales se identifica. De alguna manera son autorretratos en el otro. La nobleza de Juan D'Alessandro, su autenticidad, su obsesividad, su espiritualidad se asemejan a la de Jorge. Juan produce un arte orgánico, rítmico, musical, explosión de color. Unos diseños que subrayan la autenticidad de los materiales, la funcionalidad y la sencillez sin estridencias pero con brillo. El libro se estructura como una clásica película de Prelorán. Primero hay que conocer su cosmovisión, después su historia, sus gustos, la obra avanza como quehacer y pensamiento, se desarrolla, madura y concluye con un cierre emotivo, hay un orden pero no es exclusivamente cronológico, va y viene como los armoniosos contrapuntos de color de su amigo Juan.

Para concluir la inauguración el público presente se dirigió a la sala en el cual frente al montaje de la muestra hubo dos oradores más, en primer lugar Pelusa Borthwick definió la obra de Juan D´alessandro como POESIA EN COLORES, dado que el lenguaje es una forma de acercarnos a la realidad, en nuestro caso, ahora nos convocan el lenguaje visual y la obra de JUAN D´ALESSANDRO, sabemos que los artistas son responsables de pensar críticamente su tiempo y que conciente o inconcientemente utilizan lo que su época les brinda, estas series de obras exhibidas hoy en el Museo Municipal de Bellas Artes “Fernán Félix de Amador” de esta ciudad, comenzaron siendo dibujos hechos con marcadores y, en estos últimos años, han devenido pinturas digitales, siendo a partir de la década del setenta que los artistas descubren los nuevos medios y comienzan a utilizar lo que la tecnología pone a su alcance. Corren los finales del siglo XX y los comienzos del XXI cuando JUAN, nuestro artista, se sienta frente a su computadora, a pintar y a escribir poesía. Ambas disciplinas se amalgaman y producen formas, ritmos y colores que crean imágenes. Aquí están la línea definiendo la forma y el color construyendo la luz. Esas imágenes, producidas por alguien quien ha dedicado su vida a la estética, nos inquietan, nos deleitan, nos llenan de goce, nos hacen reflexionar sobre la belleza y el sentimiento de lo esencial.

En segundo lugar y para finalizar, se dirigió a los presente el señor Ricardo Blanco (Presidente de la Academia Nacional de Bellas Artes) quien profundizo aun mas sobre la vida y obra de su amigo de Juan D´alessandro, recordando que conocí a Juan allá por los ’80, pero a su obra la conocía ya en los ’70, en aquella época me relacione con el Ing. Spivak y le diseñé algunas piezas para su empresa Castelar, estaba encantado de poder hacer algo para una empresa como esa, pero también preocupado por alcanzar el nivel de calidad de productos que tenía esa firma y que eran diseñados por Juan D’Alessandro.

¿Qué era lo que tenían los muebles de Juan? Para mí como diseñador tenía que integrarme con modelos que tuvieran una matriz similar, esto es, una materialidad que expresara la calidad, una imagen actual pero tradicional y una sugerencia de novedad o sea, todo lo que aportaba Juan, por suerte hice sólo sillas, sillones y una hamaca que tuvo una recepción adecuada, pero los valores que planteó Juan al darle identidad a Castelar, me llevaron a reflexionar a posteriori sobre su estética que no “buscaba” lo nacional, lo telúrico, pero que fue generando un lenguaje propio; la conciencia de que el material a veces sugiere los lenguajes, estoy seguro que si Juan hubiera trabajado con teca o lenga, hubiera usado otro lenguaje, en definitiva, uno propio, pero no caprichoso de inspiración, sino un lenguaje de coherencia entre entorno, sociedad, material, necesidad, etc. Todos valores de la modernidad en el campo del diseño, Pero, cuando vi los trabajos de equipamiento escolar realizados con tubos de cartón, tuve la certeza que Juan era un diseñador “todo terreno”. Así, podía operar en el campo del reciclaje, porque su oficio, su ética profesional y su sensibilidad se aunaban para lograr resultados concretos.

Sus facetas de pintor y literato, son características que profundizan la sensibilidad de Juan, hoy vemos una retrospectiva de sus trabajos y en ella hay paneles que explicitan el proceso de creación de diseño de parte de Juan, se percibe la preocupación por mantener los conceptos básicos de cada pieza y por los detalles que hacen de un producto un objeto de diseño, sin buscar orígenes o identidad nacional, Juan logró hacer un diseño de acá, que debería servir de base a los jóvenes que están a la búsqueda de un diseño argentino.

En esta exposición vemos “la cocina” del diseño, pero no en el sentido de quienes tratan de describir esta apasionante profesión, como los periodistas que nos piden “que nos inspiró”, al contrario, aquí vemos las reflexiones que llevan a un diseñador a encarar sus obras, si a esta actitud le sumamos el pensamiento poético de Juan, estaremos viendo el camino hacia la obra, que me atrevo a decir, no es la inspiración sino la sensibilidad de ver materiales y pensar en la gente, en porque esos materiales son parte de la vida de quienes los usan, porque esos materiales, como la madera, el junco, el cuero, devienen en oficios de la gente y se cierra el círculo, quienes usan las cosas, quienes las hacen y quienes las imaginan.

Juan tiene la sensibilidad de percibir esa empatía entre los que materializan los diseños y los hacen suyos, esto es, la comunidad. Vuelvo a lo personal, para entender y hacer evidente lo que se llama la experiencia, Juan fue alumno de Casares y la casa que vemos en los paneles es coincidente con lo que yo (alumno de Wladimiro Acosta) pensaba de esa manera de concebir la arquitectura, si bien Casares era Decano de la Facultad cuando yo estudiaba, tuve el placer de conocerlo hace poco en la Academia de Bellas Artes y se me ratificó lo que suponía, su hombría de bien, su coherencia, su sentido de la vida son valores que el trasmite y lo suponía porque conocí a varios de sus exalumnos y tienen esa actitud frente a la vida.

Creo que Juan con su obra le otorga un homenaje a Casares, para quienes estamos en el diseño, a veces, pequeños gestos son la evidencia del talento, el que Juan haya hecho muebles escolares con tubos de cartón, no es el mero reciclaje de un material determinado que ya tiene dimensiones y características perfiladas; esos tubos podrían ser patas de mesas bajas, pero ese sentido de sobredimensión que los niños saben apreciar en los objetos, es una jugada maestra de Juan; esos muebles no son muebles de adultos reducidos, son muebles de chicos.

El panel con material de Thonet y muebles del medioevo, marcan la clara intención de Juan de sentirse parte de un proceso –no histórico sino antropológico- en donde los muebles pasan a pertenecer a la raza humana, casi dejan de ser un elemento artificial, tampoco es casual esa banqueta que se basa en la geometría y su desarrollo en el espacio; no es casual porque le sumamos racionalidad al proceso emocional de los materiales y las técnicas manuales, nos acercamos a entender el universo creativo de Juan D’Alessandro.

El evento finalizó con un brindis de honor acompañado de un Vernissage que el artista ofreció en agradecimiento al publico presente.

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