La Comunidad Sepúlveda y su abogado, Gustavo Macayo, denunciaron que en la mañana del miércoles 23 de junio Héctor Guajardo les prohibió el acceso a tres integrantes de la comunidad Sepúlveda cuando querían ingresar al campo donde viven familias de la comunidad. “Cortaron el camino vecinal y no podemos llegar a nuestras casas” afirmó el longko (cacique), Abelardo Sepúlveda.
El cacique comentó a Diario Patagónico que este es un capítulo más dentro de un conflicto territorial histórico mucho mayor, entre la comunidad y los estancieros Guajardo y Hemadi.
Cuando se disponían a subir alimentos para los animales con un tractor, los estancieros le prohibieron el paso y les “advirtieron” a los miembros de la comunidad que ya no podían circular por el camino vecinal. Casualmente días atrás Guajardo y Hemadi presentaron un pedido para cerrar el acceso en la Municipalidad de El Maitén. A partir de una aparente autorización ordenada desde el municipio, estaría prohibido el uso del camino vecinal “a pie, a caballo, en carro o cualquier tipo de vehículo”.
En este momento, los Sepúlveda no pueden ingresar a su invernada y el clima es de una tensa calma. En este marco se denuncia que como la ocupación lindera de los estancieros no consta de invernada, como si existe en el campo de los mapuches, Guajardo y su yerno Hemadi pretenden desalojar a la comunidad y apropiarse del territorio, en un conflicto que comenzó en la década del 70 cuando se “perdieron los expedientes” de las tierras.
El longko Sepúlveda comentó que en más de una oportunidad estos terratenientes violaron medidas cautelares, “y muchas veces intentaron quedarse con nuestras tierras; también hubo amenazas de muerte contra mí y la comunidad. Hoy tenemos miedo de salir al campo y no volver más. Esto siempre fue así, incluso cuando estaba vivo mi papá hacían lo mismo. Mi mamá tiene 82 años y no es posible que sigamos en la misma pelea”.
OCUPACION TRADICIONAL
Gustavo Macayo, abogado de la familia comentó que en la década del 70, la policía encarcelaba a los Sepúlveda para que los estancieros pudieran ir con los ingenieros a medir y marcar los campos. Con este método los wingka (blancos) lograban obtener de manera fraudulenta los títulos de las tierras que les permitían desalojar mapuches. Los Sepúlveda habitan y resisten en su espacio tradicional desde 1937.
Hay una posesión tradicional comunitaria, donde los Sepúlveda reconocen como límite “un alambrado con tres tranquerones”. En cambio, para Hemadi “sólo se trataría de un alambrado interno en su campo”. Por lo tanto, es ésta un área de conflicto territorial (la zona baja, o valle, o invernada). Es allí por donde se verifica el ingreso de los animales de los estancieros, que después se dirigen por sí solos, o son llevados de arreo, a la zona de la veranada (en la parte alta) que pertenece a la Comunidad.
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