La CCC logró crispar a Frolik, que invitó al Concejo a investigar las denuncias de Villa Cordobita

Una noche de graves denuncias y fuertes improperios se vivió en el recinto del Concejo Deliberante, donde la dirigente de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) Griselda Altamirano hizo uso de la Banca XXI. En los diez minutos de rigor, presentó un proyecto de resolución tendiente a investigar la presunta asociación ilícita de funcionarios municipales y judiciales para apropiarse de lotes ubicados en Villa Cordobita.

Involucrado en los dichos de Altamirano, el presidente del cuerpo Juan Pablo Frolik bajó a responder. En evidente estado de crispación, encarnizó una lucha para hacerse escuchar entre los bombos ensordecedores, con una escalada verbal en la que terminó enviando a “agarrar la pala y trabajar” a los máximos referentes de la CCC y atacó al concejal del Frente Renovador Claudio Ersinger.

Enrojecido de rabia y nervios, Frolik invitó a los veinte concejales a que hoy a las 10 se presenten en su oficina para investigar la documentación sobre los terrenos de Villa Cordobita y la situación judicial en la que se encuentran, como así también los juicios iniciados sobre esas tierras. 

Los fundamentos

El encuentro se inició a las 19.15, tras más de una hora de bombos en el hall y pasillos de la Municipalidad que dificultaban la inscripción a la prueba Tandilia que se estaba desarrollando en la planta baja.

Tras asirse del micrófono, Griselda Altamirano describió el valor que ha tenido históricamente y aún mantiene la tierra en la ciudad, lo que ha incrementado “la desigualdad y la exclusión territorial”. Entre sus argumentos, indicó que una hectárea cuesta hoy 20 mil dólares, que el 1 por ciento de la población concentra la mayoría de las 450 mil hectáreas del partido, que hay propietarios que tienen hasta 300 inmuebles en alquiler y existe un déficit habitacional para 7 mil familias.

Delineado el panorama general, pasó a la situación particular de Villa Cordobita y los lotes que dejó la empresa Tandilia SRL cuando desapareció en los años 50. Altamirano sostuvo que en los 90 “muchas familias comenzaron a ejercer la posesión pacífica, producto de la necesidad de garantizar el derecho vulnerado a la tierra y a la vivienda digna, proceso que sigue hasta la actualidad en los terrenos aún libres”.

La referente del movimiento social sostuvo que en 2003 y 2004 los ocupantes del barrio iniciaron un trabajo junto al entonces secretario de Legal y Técnica Juan Pablo Frolik para intentar regularizar la situación dominial de las familias afincadas en terrenos de Tandilia. En ese entonces, sólo consiguieron la división de los lotes con su nomenclatura catastral, dimensiones y urbanización.

Altamirano acusó a Frolik de no querer iniciar una demanda contra Tandilia SRL por la deuda de impuestos, que una vez ganada permitiría transferir los terrenos a las personas que los ocupaban, y le achacó que les aconsejó mantener la posesión y acumular facturas de electricidad para los posteriores juicios de usucapión.

Como lo venía haciendo en los últimos días, denunció que en 2005 la funcionaria Zulma Ferreyra extravió quince carpetas con documentación de vecinos y en 2007 se mudó a Villa Cordobita. Desde entonces la relacionó con el funcionario judicial Gabriel Occhi, Roberto Melillo (alias “Chimango”) y Estanislao Roberto Campos, a quien definió como “un nuevo personaje que se parece a un testaferro”.

Una vez más, cargó contra la funcionaria municipal por declarar en cuatro causas por desalojos compulsivos iniciadas por Roberto Estanislao Campos con el asesoramiento de los abogados Rodrigo y Hugo López Santoro. “Testifica para ayudar a sus socios”, sostuvo y le reclamó que “decidió formar parte hasta el final de este negocio”.

Al mismo tiempo, la dirigente de la CCC ratificó que presentaron una denuncia penal por asociación ilícita y tráfico de influencias de Zulma Ferreyra, Gabriel Occhi, Roberto Estanislao Campos, Roberto Melillo y los abogados Hugo y Rodrigo López Santoro.

Para cerrar, presentó el proyecto de resolución que le entregó a las tres bancadas de concejales, en el que impulsan que se separe del cargo a Zulma Ferreyra y que se forme una comisión investigadora para estudiar las denuncias, sumado a que se regularice la situación dominial de las familias que poseen las tierras y se sancionen ordenanzas tendientes a impedir que la usucapión se convierta en una herramienta al servicio de los negocios inmobiliarios.

 

“Vayan a trabajar”

Ofendido, Juan Pablo Frolik apeló al reglamento interno para repudiar que “me vinculan a una asociación ilícita en un folleto cobardemente anónimo” e invitó a que “me denuncien en sede penal. Les pido que se presenten y me denuncien así me puedo defender”.

A los gritos para superar a los bombos y silbidos, vociferó que “no sean fascistas y déjenme hablar”. Entonces, le pidió al concejal Claudio Ersinger que lo denunciara ante la Justicia y lo tildó de encarnar la nueva política que pregona el macrismo, “la política mugrienta”. También le achacó que era “la hora de devolver favores” por el acompañamiento de la CCC al campo en la protesta de 2008 por la Resolución 125.

Frolik citó al general Perón y antes que formar una comisión les solicitó a los veinte concejales que se presenten hoy en Presidencia para comenzar a investigar la situación en Villa Cordobita, al tiempo que mencionó la cantidad de lotes que con su trabajo ha logrado regularizar en La Movediza, Las Tunitas, barrio Palermo y Villa Aguirre. Es que este tema, lo afecta personalmente porque siempre se interesó y ocupó de las problemáticas vinculadas a los terrenos que le han planteado vecinos de diversos sectores de la ciudad.

En medio de un griterío infernal, Frolik mandó a Griselda Altamirano y a Jorge Lezica a agarrar “la pala y vayan a trabajar”, mientras desde la barra le devolvían frases del tenor de “comprate un helicóptero” o “el barrio confió en vos y nos cag...”.

A esa altura, el ruido era insostenible y el presidente intentaba seguir adelante con el tratamiento del orden del día para darle fin a los contrapuntos y agravios. Sin embargo, los militantes y vecinos no parecían dispuestos a aflojar. Entonces, el cuerpo decidió pasar a un cuarto intermedio. Llevó más de media hora que los ánimos se aflojaran y el recinto volviera a la normalidad. 

 

El voto doble del presidente cerró el debate por Maggiori

Recuperada la calma, un segundo asunto obligó a Juan Pablo Frolik a dejar su banca. Fue para hablar en nombre de su bloque y justificar la aprobación -a través de su voto doble- del archivo del pedido del Frente Renovador para revocar el acuerdo que prestó el Concejo Deliberante en 2007 al nombramiento de Oscar Maggiori como vicepresidente de la Usina, acompañando al necochense Jorge Favoretti.

Una vez más, Claudio Ersinger argumentó que este proyecto era el “corolario” de un proceso que se inició con las opiniones divididas acerca de la situación de concursado del presidente de la Usina y su legitimidad para ocupar el cargo. Apoyado en el estatuto de la empresa y en el informe de la Dirección de Personas Jurídicas, apeló a la “conciencia” de cada concejal sobre su postura ante los vecinos.

Por su parte, Juan Pablo Frolik citó la provindencia del juez Francisco A. Blanc, que entiende en el concurso de Maggiori, para dar por cerrado el tema. Durante el debate, leyó textualmente los tramos del documento que sostienen que el funcionario no está inhabilitado. “No entiendo porqué tanta persistencia en algo que judicialmente se ha dilucidado”, señaló.

En tanto, el presidente del bloque del Frente para la Victoria Pablo Bossio marcó la necesidad de resolver el entuerto en el fuero Contencioso Administrativo, a partir de un análisis profundo de la naturaleza del estatuto, el espíritu de la reforma donde se mantuvo que los concursados no podrían ocupar cargos y las leyes de Sociedades Comerciales y de Quiebra.

Antes de la votación, Beatriz Fernández (FR) pidió terminar con los debates en términos judiciales porque el Concejo es un ámbito político. Tras recordar el camino hacia el nombramiento de Maggiori en 2007 como vicepresidente de Jorge Favoretti (renunció a los seis meses), concluyó que  “esta situación política va a seguir haciendo ruido porque no se puede tapar el sol con la mano”.

Comentá la nota