Logran practicar ablación de riñón por laparoscopia

Logran practicar ablación de riñón por laparoscopia

Es la primera vez que lo hace un equipo de médicos mendocinos en la provincia. Por ser menos invasiva acorta el tiempo de internación y recuperación, implica menos dolor y medicación.

Hace unas semanas, un equipo médico del Hospital Español de Mendoza logró realizar una ablación renal con donante vivo por laparoscopia. Esta técnica es mínimamente invasiva y a diferencia de la intervención tradicional conlleva ciertos beneficios para el donante, por lo cual destacan que abre la posibilidad de que más personas adhieran a este acto altruista. 

La laparoscopia es una cirugía que se realiza a través de un pequeño corte o incisión; es menos invasiva, pero igualmente se trata de un procedimiento complejo.

A diferencia de la operación convencional que requiere una incisión de entre 10 y 15 cm, en ésta se utilizan cuatro más pequeñas, de 1 cm y una más de cinco centímetros por donde se extrae el riñón luego de haber sido liberado.

Esta última puede hacerse en una zona similar a la de la cesárea e incluso, en mujeres que ya han tenido hijos, extraerse por vía vaginal. De esta manera, el resultado es mucho más estético, implica reducir a la mitad los días de internación, se reduce el dolor, la medicación y sobre todo, la recuperación es mucho más rápida. 

Este tipo de intervención, que ya se realiza como práctica habitual en Estados Unidos y Europa, está introduciéndose paulatinamente en Argentina; es que requiere de equipamiento especializado y profesionales formados en la metodología. 

En este caso, estuvo a cargo del servicio de Trasplante Renal del Hospital Español, coordinado por el doctor Miguel Discépolo y del cual también participaron Ricardo Sardi, jefe de Nefrología y Leonardo Romeo, urólogo y ambos miembros del equipo. El donante es un hombre sanjuanino de 40 años quien cedió un riñón a su esposa de 38. 

Discépolo explicó que la lumbotomía (método clásico) es muy dolorosa, pero este procedimiento requiere menos analgesia y en siete días el paciente ya puede estar trabajando.

Destacó esto dado que el donante es una persona absolutamente sana, ya que antes de considerarlo apto se deben realizar estudios previos para descartar alguna patología crónica o tumores que pueden complicar su estado de salud.

Uno de los aspectos que los profesionales consideraron más relevantes es la posibilidad de incrementar la disponibilidad de donantes. Es que los cadavéricos son un número bastante estable que no alcanza a sustentar la demanda.

Por otra parte, la calidad de los órganos no es la misma, en primer lugar por que el donante es un “paciente ideal”, en buenas condiciones de salud; por otra parte, el órgano llega en mejor estado por el tiempo que permanece sin funcionar en el traslado, si en un donante vivo puede ser de 2 horas en uno cadavérico puede ser de hasta 36. 

A esto se suman mayores posibilidades de compatibilidad por tratarse de un familiar, que puede ser voluntario hasta en cuarto grado, si no es así debe hacerse a través de una medida judicial. 

Romero detalló que se hace un abordaje clínico y social en el que se contempla su edad y su entorno familiar. Después de la intervención, el donante puede continuar con su vida normal ya que el riñón restante compensa la función renal. 

En cuanto a los riesgos del acto quirúrgico en sí, son similares a los de la intervención tradicional ya que igualmente se utiliza anestesia total y deben suturarse vasos sanguíneos de diferente tamaño. 

Evaluación individual

Discépolo aclaró que la insuficiencia renal crónica no es una enfermedad terminal ya que puede mantenerse bien con diálisis; ocurre que generalmente los pacientes llegan en un estado avanzado de deterioro después de haber deambulado de médico en médico con diagnósticos imprecisos. 

Aclararon también que la edad es un factor a tener en cuenta, ya que en personas mayores pueden existir otras patologías que perjudiquen la salud luego de la intervención. Sin embargo, Sardi dijo que es tan buena la evolución que en Europa se hace en pacientes cada vez de mayor edad. 

En cuanto a los costos dijo que es levemente superior, pero que sin embargo no han encontrado reparos por parte de las obras sociales. “Menos días de internación, menos complicaciones posteriores y medicamentos la justifican y compensan”, manifestó. 

En Argentina, 1% de la población tiene insuficiencia renal con diálisis, esto es un total de 28.370 personas según datos del Incucai, mientras que en Mendoza suman 1.649. De estos últimos, 18,7% está en lista de espera. 

A partir de la posibilidad de contar con un familiar donante y una intervención con mejor recuperación se puede pensar en la posibilidad de que los mismos pacientes soliciten a su médico la intervención para evitar seguir con diálisis.

Las chances de concretarlo serán evaluadas por el equipo profesional luego de contemplar las condiciones tanto del paciente como del donante.

 

Discépolo hizo hincapié en la necesidad de crear más conciencia sobre la necesidad de ser donante, en particular de transmitirlo a los familiares que estén informados ante la probabilidad de tomar la decisión. 

Antecedentes

-Noviembre 2006. Una joven con insuficiencia renal crónica recibió un riñón de su hermana viva en una cirugía por laparoscopía. Se realizó en el  hospital Centenario de Rosario.

-Marzo de 2012. La madre de un joven de 20 años, que estaba en diálisis, le donó un riñón a través de una cirugía de este tipo también en el hospital Centenario de Rosario.

-Agosto de 2012. En Formosa se hicieron por primera vez tres ablaciones de este tipo en tres días. Ocurrió en el hospital de alta complejidad presidente Juan Domingo Perón y el equipo fue dirigido por el trasplantólogo de la Universidad Leonard Millar de Miami, Caetano Ciancio.

-Hospital Italiano de Mendoza. Aunque no pudieron precisar la fecha señalaron que hace un tiempo se realizaron tres intervenciones de esta misma índole. 

El doctor Ángel Federici, a cargo del programa renal del nosocomio privado, dijo que estuvieron a cargo de un médico proveniente de Estados Unidos que vino a enseñar el procedimiento. Señaló que aunque luego no se prosiguió con la iniciativa hay intenciones de retomarla.

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