Es un guerrero. Sebastián Abreu comulga con un lenguaje claro y desdramatizador del fútbol. Y el Loco llega al clásico entonado porque lo encuentra siendo titular en Central.
“Uno entrena para jugar siempre los noventa minutos. Luego es el DT quién decide. Y no voy a cambiar esta forma de pensar porque es la que me acompañó siempre. Estoy contento de sentirme a pleno, vigente y que uno es importante dentro del equipo, que me sabe aprovechar como además lo hago yo”, disparó Abreu antes de meterse de lleno en el clásico.
—¿Coincidís con que no es lo mismo tu presente en relación a la previa del anterior clásico porque ahora venís teniendo continuidad como titular?
—Sí, pero también decían (por los periodistas) que pedía cancha para ser titular porque cuando entraba lo hacía muy bien, y además convertía. En ese sentido siento que estoy igual. Lo que pasa es que al vivir en una sociedad donde el preconcepto está instalado, queda fácil decir que porque él (por él mismo) pasó los 34 años sabe que su físico no es el mismo. Hay que individualizar cada caso, sea el de un chico o un mayor. Me siento bien y acorde a lo que necesita el equipo y este fútbol profesional.
—¿Cómo te imaginás el día del clásico?
—Siendo una fiesta con la salvedad de que no podrá estar nuestra gente. Pero sí la pasión y ansiedad que genera la ciudad. Hay que disfrutar del clásico por lo que implica para la ciudad y el país. Hay que estar bien preparado porque nos mediremos con un equipo que juega muy bien y es el que más propone también.
—¿Se puede decir que es el que más propone?
—A mí entender, sí. Hace rato tiene una identidad definida. Por eso habrá que estar atento para ganar porque tenemos nuestros argumentos para hacerlo.
—¿Te pasó de haber jugado un clásico sin tus hinchas?
—Sí, pero porque no podían ir ya que les quedaba lejos.
—¿Lo decís específicamente por Brasil y México?
—Seguro. Pero en este caso particular como es el clásico rosarino, se sabía de antemano que era así.
—Entonces...
—Nos conformaremos sabiendo que los hinchas de Central nos acompañarán con la mente y el corazón. Por eso trataremos de estar acorde a las exigencias que amerita la ocasión como también buscaremos ganarlo como sea.
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