Llega la ayuda humanitaria a las ciudades sirias sumidas en la hambruna y la pobreza

Llega la ayuda humanitaria a las ciudades sirias sumidas en la hambruna y la pobreza

Varios convoyes con ayuda humanitaria entraron el lunes en Madaya, Fua y Kefraya, cinco días después de que la ONU anunciase un acuerdo con el gobierno sirio y tres meses después de que esas poblaciones recibieran alimentos y medicinas por última vez. 

El vocero del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Siria, Pawel Krzysiek, informó a la agencia de noticias EFE que entre 44 y 50 camiones con alimentos y medicamentos empezaron a entrar en Madaya, mientras que otros 21 lo hicieron simultáneamente en Fua y Kefraya, en la provincia norteña de Idleb.

Toda la ayuda es transportada y distribuida por el CICR, la Media Luna Roja Siria y el Programa Mundial de Alimentos de la ONU, y tanto el Ejército como las milicias rebeldes en la zona se comprometieron a garantizar la seguridad de toda la operación. 

En un comunicado, la directora de la delegación del CICR en Siria, Marianne Gasser, advirtió que la operación humanitaria "probablemente dure varios días" ya que en Madaya se cree que hay más de 40.000 personas atrapadas y sin ayuda desde el 17 de octubre pasado, y otras 20.000 en Fua y Kefraya.

La guerra continúa en diferentes puntos de Siria, donde más de 250.000 ya han muerto, pero la atención de las organizaciones humanitarias está ahora concentrada en Madaya, una ciudad ubicada a sólo 40 kilómetros al noroeste de la capital, Damasco, en donde ya murieron 30 civiles de hambre. 

La situación es desesperante.

Activistas locales contaron a medios internacionales en los últimos días que los habitantes tienen que comer pasto y hojas de los árboles, además de sus mascotas, para poder sobrevivir. 

"Estamos indefensos, estamos esperando (...) pero la gente se está muriendo y cuando más tiempo pase, más tragedias habrá", contó ayer a DPA el activista Mazen Burhan desde Madaya vía Skype. 

Un informe de la ONU revela que no es la primera que el gobierno sirio de Al Bashar retrasa o bloquea completamente el ingreso de ayuda humanitaria a una zona controlada o con fuerte presencia de milicias insurgentes. 

Sólo en 2015, Damasco autorizó 6 de los 69 pedidos de UNICEF, el fondo de la ONU que se ocupa de los niños, mientras que bloqueó 21 pedidos del Programa Mundial de Alimentos.

El prolongado asedio militar a ciudades y pueblos es apenas una de las formas que adquiere la violencia generalizada en Siria, después de casi cinco años de guerra interna. 

En el norte del país, en los alrededores de la ciudad de Alepo, al menos doce civiles murieron hoy, en su mayoría menores, en bombardeos y combates del Ejército contra zonas controladas por milicias insurgentes, según informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una organización pro opositora con sede en Londres. 

La misma organización precisó que algunos de los bombardeos podrían haber sido lanzados por aviones rusos, aliados en la ofensiva aérea del Ejército sirio desde hace tres meses y medio.

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