Juzgan a "Poxi", el rey de las fugas, por una decena de delitos graves

Juzgan a "Poxi", el rey de las fugas, por una decena de delitos graves
A Gustavo Maciel Villaverde lo acusan de haber intentado matar a policías y a una comerciante, asaltos, lesiones y resistencia a la autoridad, entre otros cargos. Su mano derecha fue condenado a 32 años de prisión por los mismos hechos.
Pesado como pocos, aficionado a los grandes golpes, experto en fugas y adicto a la adrenalina, Gustavo "Poxi" Maciel Villaverde enfrentará desde hoy el juicio que lo podría condenar a más de 30 años en las sombras. La cita –varios años postergada por sucesivas fugas– será en el Tribunal Oral N°3 de Morón.

En junio de 2009, Julio "El Tuerto" Madera fue condenado por el ese mismo tribunal a 32 años de prisión por diferentes delitos. En acción, era la mano derecha de Poxi. Durante ese debate oral hubo una silla vacía, precisamente la del rey de las fugas, quien se había escapado el 18 de julio de 2008 de la Unidad 9 de La Plata con un oficio falso, por el cual supuestamente había sido sobreseído. Según fuentes cercanas al sospechoso, ese regreso a las calles le costó unos 100 mil pesos y el escrito trucho fue una pantalla.

Poxi y El Tuerto estaban detenidos desde el 27 de abril de 2006, cuando junto a otros dos cómplices robaron una Renault Kangoo en la localidad de El Palomar. Media hora después, cerca de las 8 de la mañana, la camioneta quedó atascada por el tránsito en Pedro Díaz y Vergara, en Hurlingham, donde se encontró encerrado ante varios patrulleros.

Según la investigación de la UFI 5 de Morón, Poxi y El Tuerto abrieron fuego directamente desde adentro de la Kangoo e hirieron a un policía en el pecho, además de otros agentes que fueron baleados pero resultaron ilesos por tener puesto el chaleco antibalas. Los delincuentes tenían una ametralladora y dos pistolas 9 milímetros.

Las fuentes confiaron que el policía herido se interpuso entre las balas que iban dirigidas a una comerciante que pasaba por el lugar. "La próxima vez será", le dijo Poxi, ya esposado, a la mujer.

En ese hecho se dieron a la fuga, también a los tiros, otros dos sospechosos que iban de apoyo en un Renault Megane, que había sido robado el 18 de abril. La víctima de ese asalto reconoció a Poxi en rueda de presos.

El Tuerto fue condenado, mientras que Poxi evitó el juicio. Pero no pasó mucho tiempo para que volviera a la cárcel: el 1 de diciembre de 2011, junto a otros tres cómplices, se tiroteó con la policía al salir de un Lubricentro al que habían ido a robar en Gaspar Campos al 2500, en San Miguel. Uno de los ladrones murió, mientras que los otros tres fueron detenidos. Los agentes incautaron un revólver calibre 38, una pistola 9 milímetros y una granada de mano de origen español que Poxi no se animó a soltar.

Los aires de emancipación volvieron a soplar para Poxi. Como si tuviera un circuito aceitado, volvió a fugarse con la misma trampa: presentó un oficio falso para salir del penal de Campana y agentes del Servicio Penitenciario, igual de falsos que el escrito, lo subieron a un auto y se lo llevaron para no volver. Las autoridades de la Unidad 41 se dieron cuenta de la fuga unas dos semanas después, el 21 de junio de 2012, cuando el hombre debía ser trasladado (esta vez de verdad) a los tribunales de San Martín y Morón.

La suerte lo acompañó hasta el 14 de noviembre de ese año, cuando fue detenido en el barrio La Perlita, en Moreno, en la casa de la viuda de su cómplice muerto en San Miguel. Ese día, Maciel tenía un revolver 38, y dos pistolas 9 milímetros.

Investigadores policiales de Zárate-Campana y detectives judiciales de Escobar creen que en sus días en libertad, Poxi encabezó una banda que cometió una docena de golpes exprés en diferentes entidades bancarias de las zonas de Garín, Ingeniero Maschwitz, Pilar, Castelar, Hurlingham, Ituzaingó, Lanús y Avellaneda. El grupo actuaba con ametralladoras, inhibidores de señal de teléfono celular y muchas veces se vestían de policías.

Hoy, finalmente deberá enfrentar a la justicia por una decena de delitos como tentativa de homicidio, robo, lesiones, portación ilegal de armas y resistencia a la autoridad. «

"sopapita" merlo y el disparo a sdrech

Gustavo "Poxi" Maciel Villaverde nació en Paraguay, tiene 42 años y una extensa carrera en el delito. En su adolescencia, de la mano de su hermano "El Paragua", se enroló en las filas de la banda de Néstor "Sopapita" Merlo, que operaba desde las villas El Mercado, Los Paraguayos y Carlos Gardel, en el oeste del Conurbano, hasta que a mediados de 1996, su líder fue asesinado a mazazos por un almacenero boliviano al que quisieron asaltar.

Mientras despedían a Sopapita, Poxi tuvo su primer momento de fama cuando apuntó y disparó hacia el lado donde estaba la policía y los cronistas. Enrique Sdrech, periodista de Canal 13 ya fallecido, fue herido en un brazo.

Poxi cayó preso y su primera fuga ocurrió casi de inmediato: lo hizo nada más y nada menos que del penal de Olmos. No tardó en volver al delito y los golpes cada vez fueron más grandes y elaborados. En este camino, Villaverde estuvo acompañado por Julio "El Tuerto" Madera, quien hizo propio su apodo después de una noche de sábado de 1990 donde perdió un ojo batallando contra el legendario José "El Loco Jerry" Sotelo de la Villa Carlos Gardel, un personaje que, vestido a lo Rambo, no dejaba robar adentro del barrio.

Un hombre que estuvo preso con Poxi cuenta que "es un ladrón con códigos" y que nunca "sale a robar drogado". Además, detalla que "en los penales se defiende muy bien con el cuchillo".

El dato

Amor y robos

Hace un año, 12 personas fueron detenidas tras varios allanamientos en el Conurbano. Entre ellos estaba la mujer de "Poxi", conocida como "La Rubia Naty". Según los investigadores, ella integraba una banda de golpes exprés a bancos.

Comentá la nota