San Juan mete en el Congreso el debate por uvas

San Juan mete en el Congreso el debate por uvas

Un proyecto del senador opositor Basualdo disparó la discusión legislativa para regular los cepajes.

En medio de una crisis de sobrestock, precios deprimidos y caída de exportaciones vitivinícolas, la provincia de San Juan abrió el debate en el Congreso para dictar normas que regulen la plantación de viñedos en el país, una de las propuestas que los viñateros reclaman para revertir el panorama y que fue incorporada por los Gobiernos provinciales en la batería de medidas.

El jueves de la semana pasada el senador sanjuanino de la oposición, Roberto Basualdo (Producción y Trabajo), presentó un proyecto de ley en la Cámara Alta que propone no plantar nuevos viñedos por cinco años en el país. La iniciativa ingresó a la comisión de Economías Regionales y apunta a todas las variedades, sólo permite el recambio de algunos viñedos por otros (ver claves), y ya recibió el apoyo de dos entidades locales de productores (la Asociación y la Federación de Viñateros) y también de la Asociación de Productores del Oasis Este de Mendoza, que son todas las que vienen reclamando hace años una normativa al respecto con el objetivo de evitar la sobreproducción. El debate no tardó en llegar y entre los que simpatizan con una norma regulatoria uno de los primeros en dar a conocer su opinión fue el gobernador José Luis Gioja. “Es un tema que apoyo y que planteamos incluso con la Presidenta cuando nos reunimos los gobernadores vitivinícolas. Valoro la voluntad y el poder acordar con Basualdo en que efectivamente no hay que implantar más viñedos, especialmente aquellos con poca calidad enológica; pero hay que buscarle una redacción que no lo tache de inconstitucional, porque si decís prohibir, es inconstitucional”, dijo Gioja. El Gobernador anticipó que también ha encargado a sus funcionarios y legisladores “conversar con la Coviar y todos los sectores para coincidir en una redacción de común acuerdo” que no tire abajo un proyecto regulatorio. “Creo que hay que dejar de plantar uvas tintoreras que distorsionan el vino tinto, pero también creo que hay que buscarle la vuelta de cómo se presenta esa regulación en la norma. Hay que imitar a la Comunidad Europea de manera que no aparezca como violación a algún derecho”. Marcelo Alós, ministro de Producción local, amplió esa visión: “Estamos en la línea de desincentivar las variedades que generen excedentes vínicos y tiran abajo el precio y se apoyará toda iniciativa que vaya en ese sentido”, destacó. Entre los legisladores oficialistas, la única que ayer opinó fue Daniela Castro, quien anticipó que apoyará todos los proyectos que realmente beneficien a nuestras economías regionales, “como lo estoy haciendo con la ley de endulzar gaseosas con mosto”, dijo. Pero no todas las posturas son de apoyo. “Somos más proclives a la planificación que a la regulación”, sintetizó el diputado macrista Eduardo Cáceres, que rechaza la medida. “España tiene casi un millón de hectáreas de viñedos y en toda la Argentina apenas superamos las 200 mil hectáreas. En mosto, por ejemplo, podemos triplicar las ventas, lo único que necesitan los productores son reglas claras y competitividad. Nosotros esperamos que a partir del 11 de diciembre tengamos otra atmósfera que sea beneficiosa, y que acompañe el Estado para que cada vez vendamos más y que podamos ser libres de plantar todo lo que podamos vender”, agregó el opositor. Desde el Senado, el referente del Frente para la Victoria, Ruperto Godoy, tampoco le puso fichas al proyecto regulatorio. “Me parece que deberíamos orientar, no prohibir, porque por ahí tenemos demanda para una producción y hay que abastecerla”, dijo el legislador. “Creo que debemos tener una mirada más integral y resolver la coyuntura porque va a tener un impacto muy fuerte en el productor y el trabajador. Este modelo productivo está agotado y hay que repensarlo, advertir que hubo un proceso de concentración de un par de empresas que imponen precios y condiciones al productor, pensar en variedades en función del clima y los mercados internacionales y en riego por goteo para todos, una política de Estado que se financie con las regalías mineras. También vincular la producción con la ciencia y la tecnología”, agregó.

Las diferentes ópticas respecto al tema preanuncian que las discusiones serán polémicas, tal como antaño. En el Congreso hay decenas de iniciativas respecto a la regulación de viñedos que duermen en un cajón. Las últimas datan del 2006 cuando otro sanjuanino, el entonces diputado Juan Carlos Gioja, con la adhesión de legisladores de La Rioja y Catamarca presentó a la discusión un proyecto que no prosperó, para ampliar las facultades del directorio del Instituto Nacional de Vitivinicultura y darle poder para regular la plantación de viñas. Entonces se proponía permitir al INV frenar los cepajes que producen vinos con baja demanda y propiciar con control los cepajes para vinos de buen consumo interno y aceptación internacional. Ahora el INV dijo que no opinará sobre el tema y acatará lo que establezca el Congreso Nacional.

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