Jóvenes movilizados por “ideas que te ayudan a abrir la cabeza”

Esa es la filosofía con la que ocho oradores contaron experiencias motivadoras ayer en el Paseo del Bosque 

Varios jóvenes distribuidos en pequeños grupos conversan animados. Se pasan mate, toman gaseosas y algunos comen ensaladas o sandwiches. Daniel Fasanella (35) está solo, de pie, mirando a lo lejos, con los restos de un taco vegano en la mano. Luego dirá que le gusta su trabajo, pero que siente que no lo completa. “Creo que adentro mío hay algo más... una parte artística que si no saco va a explotar en algún momento”, cuenta en un intervalo de las charlas TEDx que ayer se desarrollaron en el Planetario. “Me sentí identificado. Estas personas también sentían que estaban para otra cosa”, dice Daniel, y confía en que escuchar las historias de los oradores le servirá para animarse con la música que hasta ahora practicó con vergüenza y “medio a escondidas”. Bajo el lema “Creá movimiento”, en menos de 18 minutos los oradores buscaron motivar a los asistentes: mirar el entorno, repensarlo y romper con la rutina que impide el cambio fueron los principales objetivos de esta segunda edición de TEDx Paseo del Bosque. Las charlas arrancaron a las 10 de la mañana y se extendieron hasta las 18:30. Con dos intervalos para comer, distenderse o mirar los stands interactivos: una huerta orgánica, una impresora 3D, una mesa que suena como un instrumento musical y una bicicleta eléctrica diseñada y fabricada en La Plata. “Me gustó mucho. Realmente te abre la cabeza. Te deja pensando y te motiva a hacer algo”, opina Eugenia Soler (22) que había escuchado de las charlas TED que se desarrollaron en otros países y es la primera vez que viene al evento en La Plata. Su amiga y compañera en la facultad de Diseño Industrial, María Sol Dello (22), vino al evento con ganas de volver a escuchar a Carlos Garay, quien fue su profesor de filosofía en el Colegio Nacional. El artista platense Luxor abrió el ciclo de charlas. Su tema fue la democratización del arte, y se relaciona con el trabajo que el muralista viene desarrollando en los barrios de la Ciudad. El doctor en Ciencias Químicas Arnaldo Visintín, que diseñó la primera batería de litio de la Argentina para impulsar vehículos eléctricos, habló de las energías renovables. Después llegó el turno de Carlos Garay, profesor de Filosofía y creador de la “neuroeducación”, quien remarcó la importancia del pensamiento y su vínculo con la acción. La idea de que “pensar es hacer” fue el eje de su discurso. El segundo bloque lo abrió la diseñadora de Imagen y Sonido María Laura Ruggiero. Habló de transmedia (un tipo de relato donde la historia se despliega a través de múltiples medios y plataformas de comunicación). Habló de las nuevas formas de narrar que surgieron a partir de las posibilidades discursivas que abrió internet. La licenciada en Artes Plásticas Gabriela Delgado contó su experiencia en un emprendimiento social: desarrolla sistemas de aguas filtrantes y los lleva al Norte. Y Gustavo Basso, ingeniero en Telecomunicaciones (diseñó la acústica de la Usina del Arte y del Teatro Colón de Buenos Aires) habló del ruido en las ciudades y de la violencia sonora. Sobre la responsabilidad social expuso el ingeniero industrial Sebastián Laguto. Planteó la necesidad de impulsarla como agente promotor de cambio que involucra a todos los habitantes de la sociedad. La transexual Vida Morant (profesora en Arte Dramático, licenciada en Psicología y en Comunicación Social) cerró el evento contando la historia de su vida, que tituló como “La irrevocable soberanía de la identidad”. Planteó cuestiones alrededor de quienes somos y quienes queremos ser. El maestro de ceremonia se alegró de que, a diferencia de la edición anterior, este año se sintió más relajado y pudo escuchar las charlas. “Hay un clima más de disfrute y de goce”, dijo Matías Streitenberger. Daniel Franco, uno de sus compañeros en la organización, coincidió: “Maduramos mucho la visión y la filosofía del evento, y cada cosa estuvo mejor pensada. El año pasado había más ansiedad en el equipo”. Después de cada evento los organizadores deben renovar la licencia TEDx que les permite utilizar ese nombre y formato. Para el año que viene esperan que les autoricen a ampliar el cupo de asistentes (en estas primeras ediciones les permitieron 100). Carolina Sorondo, una de las organizadoras platenses, manifiesta: “La idea es que el movimiento crezca y difundir nuevas ideas”.

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