Por JUAN PABLO LOMASTRO.

El femicida Ricardo Barreda murió a las 14 horas de hoy, según confirmaron fuentes policiales. El odontólogo platense había sido condenado a prisión perpetua por asesinar el 15 de noviembre de 1992 en su casa a su mujer, sus dos hijas y su suegra, en uno de los crímenes más célebres de la historia argentina.

Tras matar a sus víctimas, arrojó el arma asesina, una escopeta, a un arroyo y se fue a un hotel con su amante. Luego, denunció el crimen. Ante la pregunta de un subcomisario, lo confesó. Fue sentenciado a prisión perpetua en 1995, y pasó 18 años en la cárcel. En 2008 recuperó su libertad de manera condicional.

Barreda falleció en el geriátrico Del Rosario de José C. Paz por “causas naturales», según confirmaron fuentes policiales. La información fue provista por el director del lugar a la Policía Bonaerense. Tenía 83 años y estaba bajo libertad condicional. Otra fuente dentro del geriátrico también confirmó el fallecimiento. El condenado por el cuádruple crimen cobraba una jubilación desde 2018, según sus registros previsionales.

Barreda pasó sus últimos años en la pobreza. Sin hogar, tras vivir un año entre los pasillos del Hospital General Villegas de Pacheco, en Tigre, vivió en una pensión de San Martín. Luego, fue internado por un breve período en el Hospital Eva Perón del mismo partido. Desgastado, el asesino usaba pañales en el centro médico, tenía lagunas en su discurso, algo que varios médicos tomaron por posibles síntomas de Alzheimer, aunque nunca fue diagnosticado.

Ricardo Barreda fue trasladad al geriátrico el 10 de marzo por su cobertura médica, tras ser derivado del Eva Perón. Un conocido se comunicó con hogar tras su muerte, y fue la única persona en contactarse, ya que no tiene familiares cercanos.

Sus restos fueron trasladados a una cochería de la zona, donde no será velado debido al aislamiento impuesto por el coronavirus. El cuerpo será llevado en una ambulancia a un cementerio de ese distrito.