Jean Michel Bouvier: “Tengo la sensación de que no las mataron aquí”

Jean Michel Bouvier: “Tengo la sensación de que no las mataron aquí”
Jueces, abogados y familiares de Cassandre Bouvier y Houria Moumni treparon ayer a la Quebrada de San Lorenzo. Una intensa llovizna los acompañó durante los 45 minutos que duró el recorrido hasta el lugar donde hallaron los cuerpos de las francesas.
Las casas del barrio “Buena Vista” tienen el aspecto de las viviendas típicas de los countries. Sin embargo, a la hora de edificarlas los arquitectos tuvieron en cuenta el estilo colonial que caracteriza a Salta. Los faroles o las terminaciones de las fachadas dan cuenta de ello.

Para ingresar al barrio privado ubicado en la Quebrada de San Lorenzo hay que marcar un código de cuatro dígitos en un aparato ubicado en la entrada. Luego, un portón de madera blanca se desplaza hacia un costado. Tras subir por una empinada calle adoquinada, traspasando las viviendas, comienza el cerro. Desde allí el camino debe ser transitado a pie o a caballo, por un sendero que tras unos 20 minutos de recorrido desemboca en el “Mirador”. Sin dudas, es el camino más corto para llegar al lugar en el que encontraron los cuerpos de las turistas francesas Cassandre Bouvier y Houria Moumni, el 29 de julio de 2011.

Ayer a la mañana se realizó una inspección ocular en el lugar, en el marco del juicio oral por el doble crimen. Cassandre (29) y Houria (21) ingresaron por el sendero turístico de la Quebrada el 15 de julio de 2011. Y aunque sus familiares, los abogados y los jueces recorrieron durante 45 minutos ese trecho hasta el “Mirador”, el camino que lleva desde el barrio privado “Buena Vista” tiene su importancia. No sólo porque fue el trayecto que decidió realizar el fiscal de Cámara Félix Elías, sino porque uno de los acusados de haber violado y matado a las francesas estaba cuidando una vivienda del barrio privado el día en que las mataron (según algunos testimonios se desapareció durante un par de horas). Conocer todos los accesos posibles al “Mirador” permitirá entender si es posible que las chicas hayan salido de la Quebrada, las hayan matado en otro lugar y hayan arrojado sus cuerpos a unos 25 metros del “Mirador”, en medio de los pastizales. O si, por el contrario, las atacaron en el mismo lugar en que las hallaron.

Los padres

Una rama de un árbol les sirvió como bastón a varias de las personas que subieron por el camino turístico de la Quebrada. El juez Bernardo Ruiz, a poco de comenzar el trayecto, tuvo que regresar. Su estado de salud y su avanzada edad no recomendaban que recorriera el circuito, según comentaron fuentes de la sala II del Tribunal de Juicio de Salta.

Zohra Mounni, la madre de Houria, fue una de las personas que usó el improvisado bastón. Llevaba su tradicional pañuelo en la cabeza, y al llegar al “Mirador” se sentó en la base del monumento que se levantó en homenaje a las víctimas. Su marido, Lahoucine Moumni, se acercó a ella y comenzaron a dialogar. De a poco fueron levantando la voz. Zohra se puso de pie y, en francés, empezó a gesticular. “Las mataron aquí y las tiraron como animales allí”, dijo, señalando hacia el sector en el que unos turistas las encontraron.

Lahoucine aprovechó que había un traductor oficial del Poder Judicial para dialogar con la prensa y planteó sus dudas sobre si Cassandre y Houria fueron asesinadas allí o si los cuerpos fueron traídos luego hasta el “Mirador”. Sus hijos le impidieron seguir hablando. “No quieren que siga diciendo nada más”, explicó el traductor oficial. Quien sí habló fue Jean Michel Bouvier, el padre de Cassandre. “Soy un hombre racional y necesito pruebas, pero tengo la sensación de que no las mataron aquí”, afirmó.

El abogado querellante Federico Rodríguez Spuch explicó luego que la posición de los familiares no es uniforme. La mayoría cree que las chicas fueron atacadas en el “Mirador” y luego llevadas hacia los pastizales, donde las mataron tras abusar sexualmente de ellas. Jean Michel Bouvier, en cambio, es el que se mantiene más escéptico.

Hélene Kóttak, en tanto, fue la única que, junto a los jueces y a los abogados ingresó hacia el sector en el que habían estado los cadáveres. El presidente del tribunal, Ángel Longarte, hizo participar también al traductor oficial. En todo momento, el juez buscó que la familia de las víctimas esté al tanto de la medida.

Los hermanos

Apenas llegó al “Mirador”, Aliénor Bouvier, hermana de Cassandre, se alejó del grupo y miró hacia la ciudad de Salta. La hermosa vista parecía haberla cautivado, pero cuando giró su rostro hacia el centro de la inspección ocular, sus ojos se descubrieron rojos por un llanto contenido. Llovía finito, apenas perceptible por el pelo o la ropa mojada. A media mañana, las nubes aún rozaban el pico de la Quebrada.

Fadil Moumni, el hermano de Houria que acompaña a sus padres desde que comenzó el juicio, tuvo en la cabeza un pañuelo similar al que usa su madre y no se sacó los anteojos negros de la cara. Junto a Aliénor, miraba con descontento cuando alguno de los más grandes hablaba con la prensa. Fueron ellos quienes decidieron que la familia iba a ingresar hacia el sector en el que estaban los cuerpos, una vez que los jueces y los abogados se hubiesen retirado. “Sin la prensa”, le dijo Aliénor, secamente y en castellano, al gendarme que los acompañaba.

El domingo se había sumado al grupo Majid Moumni, el más chico de los hermanos de Houria. Cuando salieron de los pastizales, Zohra comenzó a llorar. Majid la miró de cerca, sin abrazarla. Luego, emprendieron el regreso por el camino que lleva hacia el barrio “Buena Vista”. Apenas terminaba el sendero los esperaba una trafic del Ministerio de Justicia salteño, en la que se fueron de la Quebrada. Tal vez esperan regresar al “Mirador” y gritar desde lo alto cuando se haya hecho justicia.

Una mañana distinta

De jogging y zapatillas.- Para realizar la inspección ocular, los jueces y los abogados abandonaron el clásico traje y la corbata, y se vistieron con ropa cómoda para transitar los empinados senderos de la Quebrada de San Lorenzo. A pesar de la llovizna que cayó durante la mañana, ninguno usó paraguas.

Sin los imputados.- Los acusados del doble crimen (Gustavo Lasi, Daniel Vilte Laxi y Santos Vera) no participaron de la inspección ocular y permanecieron en la cárcel donde están detenidos. Tampoco fueron los imputados por encubrimiento (que están en libertad) Darío Ramos y Eduardo Sandoval. Sólo se vio a los familiares de Gustavo Lasi, que estuvieron durante las primeras horas de la inspección.

Los abogados.- Los querellantes Federico Rodríguez Spuch y Nicolás Ortiz, y los defensores José Vargas (de Santos Vera) y Matías Adet y Horacio Morales (de Gustavo Lasi) estuvieron en la inspección ocular. El único ausente fue Marcelo Arancibia, abogado de Daniel Vilte Laxi. La defensora oficial Clara Castañares de Belmont, que ejerce la representación de los presuntos encubridores Omar Darío Ramos y Antonio Eduardo Sandoval, llegó acompañada por la defensora General de la Provincia de Salta, María Inés Diez.

Un policía hizo de guía.- El tribunal delegó en el sargento de Policía Tiburcio Arias, que trabaja en la comisaría de San Lorenzo, la tarea de oficiar de guía por la Quebrada de San Lorenzo. Además de trabajar desde hace muchos años en esa dependencia, el sargento Arias había participado de los rastrillajes que se hicieron para encontrar los cuerpos y cuando se realizó la reconstrucción del hecho durante la etapa de instrucción.

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