En tierra bonaerense, la asistencia financiera que el gobierno Nacional le dio a María Eugenia Vidal, en el marco del reclamo por la actualización de los fondos coparticipables de la Provincia, fue vista con buenos ojos. Sin embargo, intendentes peronistas pusieron el eje en qué se gastaron $ 25 mil millones. “El déficit en obras, salud y seguridad es prioritario al déficit fiscal”, coincidieron, a la vez que plantearon que sus localidades deberían haber recibido en forma directa parte del beneficio.

Con zapatillas doradas, jean y camisa, Vidal supervisó ayer tareas de limpieza del Arroyo Galíndez, en Lanús, junto al intendente local, Néstor Grindetti (Cambiemos) y su par de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde (FPV). Saludó a vecinos que la rodearon, pero se fue sin hacer declaraciones.

“Los fondos tienen que servirle a la gente, no para cerrar una planilla de excel”, se quejaron en distritos opositores. A muchos jefes comunales la noticia los encontró sin tiempo de, como acordaron en el peronismo, consensuar una postura unificada. Aunque en este tema es mayor el acuerdo. El primer punto en común es que Buenos Aires está en desventaja dentro del esquema de repartición de fondos.

“En la Argentina federal, la provincia de Buenos Aires fue muy solidaria. Entregó parte de la coparticipación, que luego fue congelada. Hoy produce el 37 % y recibe 22 puntos. Es una injusticia. Que este Gobierno empiece a atender el tema es bueno, aunque me gustaría que esto se transforme en ley”, dijo a Clarín Insaurralde.

Lo mismo que explican en Cambiemos. “La Provincia necesita una reparación histórica porque aporta mucho más de lo que recibe. Que el gobierno Nacional responda al reclamo de la Gobernadora es positivo”, indicó Grindetti.

Además, los peronistas creen que si la Provincia tiene plata, es un argumento más para presionar el cumplimiento de obras. Por eso, la crítica gira en torno a en qué se debe gastar el dinero recibido.

"Estos giros deberían ser para obras y no para gastos corrientes. Además, se tendría informar con anticipación a las localidades y coparticiparlas para que el dinero se convierta en soluciones para la gente", opinó Fernando Gray (FPV), de Esteban Echeverría. En ese mismo sentido se expresaron otros: "Es una cuestión de prioridades", indican.

Según explicó el ministro de Economía bonaerense, Hernán Lacunza, $10 mil millones sirvieron para condonar un préstamo de Nación con el que la Provincia pagó sueldos y aguinaldos. El resto, "en cash", se utilizó para paliar el "déficit estructural".