Insfran compartirá celebración por el día del agente penitenciario

Insfran compartirá celebración por el día del agente penitenciario
Insfran estará presidiendo este martes la celebración por el día del Agente Penitenciario en esta especial jornada al amparo de su patrona Nuestra señora del Carmen.
Palabras alusivas a la fechas y entrega de reconocimientos, como también un pasaje de desfile forma parte de los actos, que se anticipo contaría también con la presidencia del director nación al del Servicio Penitenciario Federal, doctor Vicente Eduardo Hortel.

Fue destacada la función penitenciaria en la que el agente despliega capacidades humanas, técnicas y operativas en las diversas funciones que desempeña no con el único objetivo de custodia y guarda de las personas privadas de libertad, si no que a través de la aplicación de las más modernas estrategias busca lograr la cambios profundos en cada persona confiada a su cuidado logrando la aceptación de la ley, con la incorporación de herramientas que le permitan una eficaz reincorporación al medio libre.

Todo agente penitenciario constantemente se disputa en situaciones de compleja dificultad y muchas veces debe actuar con criterio en circunstancias difíciles. A su vez, acompaña y asiste a quienes deben sobrellevar el encierro prolongado pero también a su grupo familiar.

El penitenciario no solamente custodia sino que también educa, contribuyendo de este modo a recuperar a individuos que por su accionar en la vida están entre rejas. El trabajo educativo que el personal lleva adelante, es el que les genera a muchos ciudadanos una vez en libertad, nuevas y mejores posibilidades de reinsertarse en la sociedad.

Todos los que tienen a su cargo la difícil tarea de velar por la seguridad penitenciaria y el tratamiento de las personas siguiendo el efectivo cumplimiento de la ley, se regocijan y celebran en este su día al amparo de su patrona Nuestra señora del Carmen, rogando para que ilumine su accionar como servidores públicos.

La U-10

La Unidad 10 del Servicio Penitenciario Federal es un establecimiento de mediana seguridad que registra, como promedio, un 80% de su población penal ocupada en los talleres de formación laboral.

El alojamiento real es de 120 plazas divididas en cinco pabellones, cuatro de ellos para condenados y el restante a procesados.

En la U-10 se practica el programa de prelibertad -nivel individual- denominado "Por una tuición responsable", que plantea un abordaje bilateral: uno interactuando con los internos que ya gozan de salidas transitorias o semilibertad y el restante a cargo de los referentes penitenciarios.

Este método de trabajo interdisciplinario pretende incentivar a la población penal estimulando el desarrollo de sus capacidades afectivas, intelectuales, psicológicas y humanas, que puedan ser utilizadas para una plena reinserción social al recuperar la libertad.

En la U-10 registra un promedio de 80% de ocupación laboral de su población penal, se enseña carpintería, tejido de hoja de palma (fabricación de muebles artesanales), albañilería, pintura, plomería, herrería, mecánica de automotores, chapa y pintura, electricidad, sastrería, lavandería, al tiempo que la mano de obra de los internos es utilizada para la totalidad del mantenimiento de la Unidad.

La Unidad cuenta, paralelamente, con un Centro de Producción y Capacitación Laboral distante 18 kilómetros de la ciudad de Formosa, de régimen totalmente abierto, en el que el tratamiento aplicado profundiza el acento en la faz laboral y el ejercicio de la autodisciplina. Aquí se forma en cría de hacienda porcina, bovina y caprina; avicultura, apicultura y aserradero.

En Educación, el nivel primario es cursado en forma presencial mediante un convenio de asistencia mutua firmado entre el Servicio Penitenciario Federal y el Ministerio de Cultura y Educación provincial, el que otorga los diplomas oficiales y designa los docentes formoseños para la unidad.

El secundario -Polimodal- se cursa libre a través del Bachillerato Libre para Adultos con profesores de un colegio de la ciudad, el cual organiza y diagrama las mesas examinadoras además de asignar los profesores para dichos tribunales. Estos docentes sólo asisten al penal para la toma de exámenes en condición de ?ad honorem?, mientras los docentes penitenciarios son los que guían a los internos en sus carreras. A nivel universitario acceden los internos que gozan de salidas transitorias por estudio y asisten, o cursan a distancia, en la Universidad Nacional de Formosa.

En cuanto a formación profesional, mediante un convenio con el Núcleo Educativo N° 16 de la ciudad de Formosa, se dicta un taller de "Instalador electricista Domiciliario" con duración de un año. Además, los internos en el período de prueba con salidas transitorias, pueden realizar cursos formativos extramuros.

Historia

La institución penitenciaria, representada por los entonces llamados "Guardia Cárceles", participó activamente de la fundación de la ciudad de Formosa, el 8 de abril de 1879, al intervenir en su "toma de posesión" que realizó el comandante Fontana, al fijar por primera vez la enseña patria en un mástil.

En 1886, Pablo Ramella transfirió al Estado Nacional parte del predio que ocupa actualmente la U.10. y a partir de 1888 se iniciaron las obras para construir la futura cárcel. Se levantaron cinco recintos de alojamiento común de 22 metros de largo por 5 de ancho y otros 5 metros de altura, divididos en cuatro sectores. En esa primitiva construcción se contempló también un sector de calabozos.

Es en 1889, cuando el jefe de policía, Gustavo Bellemere, dirigió una carta al gobernador de ese entonces territorio nacional, requiriendo la construcción de una pared que rodeara al Departamento de Policía, provisto de una cárcel para alojar a individuos sentenciados o encausados. En 1895 el presidente Julio Argentino Roca dispuso la creación de la Cárcel Pública y, un año después, el gobernador de Formosa, José María Uriburu, eleva un informe sobre la ejecución de las obras de lo que sería el "edificio más importante de la ciudad", según lo puntualiza.

La cárcel se habilitó en los primeros meses de 1897 y en 1923 pasó a depender del Poder Ejecutivo Nacional a través del Ministerio de Justicia e Instrucción Pública. El 18 de julio de 1930, se inauguró un nuevo pabellón, ampliación que resultaba necesaria debido al abultado número de reos.

Más adelante, el 22 de mayo de 1969, el gobernador provincial Sosa Laprida afectó con fines de utilidad pública y con destino a la entonces Dirección Nacional de Institutos Penales los lotes 274, 275, 294 y 295 de Colonia Formosa con una superficie de 400 hectáreas.

La posesión fue asentada en el acta Nº 121 de la Escribanía Mayor de Gobierno de la provincia de Formosa: allí se crearía la Colonia Penal de Formosa (U-8), que luego pasó a denominarse Instituto Correccional Abierto de Formosa y, finalmente, pasó a depender de la Cárcel de Formosa (U-10), como su anexo.

En 2000, se habilitó en sus terrenos el Centro de Producción y Capacitación Laboral, en el predio que ocupa el Anexo Laboral y se aprobó el reglamento interno de funcionamiento, teniendo como objetivo primordial la actividad productiva y capacitación laboral de los internos.

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