Los ingenieros agrónomos ya tienen su propio colegio

Los ingenieros agrónomos ya tienen su propio colegio

Después de que la Legislatura aprobara la creación  del Colegio de Ingenieros Agrónomos y Forestales de la provincia, el viernes pasado se reunieron en Azul representantes de las cuatro áreas en las que se dividió el territorio bonaerense en pos de ir trabajando en su conformación y puesta en marcha.

El ingeniero Rodolfo Álvarez Prat que acompañó a Barrera en la nota que dio a este diario convocó a todos los profesionales el área que se sumen a las reuniones mensuales que hacen en el INTA “para empaparse de los temas que son responsabilidad de todos a partir de la promulgación de esta ley”.

Los ingenieros agrónomos ya tienen su propio colegio en la provincia de Buenos Aires después de que la Legislatura sancionara la ley de creación del Colegio de Ingenieros Agrónomos y Forestales de la provincia, una iniciativa que se venía luchando hace mucho tiempo.

Uno de los objetivos de la creación del colegio es jerarquizar la profesión y darles mayores herramientas a los nuevos ingenieros que egresan de las facultades.

La ley fue promulgada y de acuerdo a lo que pudo saber este diario mañana lunes saldría en el Boletín Oficial.

Cabe destacar que Buenos Aires era la única provincia en donde los ingenieros agrónomos aún no tenían su colegio. Existe el Colegio de la Ingeniería de la Provincia de Buenos Aires (CIPBA), y los profesionales se nuclearon en la Red de Asociaciones de Ingenieros Agrónomos de Buenos Aires (RAIABA), espacio desde donde coordinan actividades.

El viernes en instalaciones de la Sociedad Rural de Azul hubo una reunión con la presencia de representantes de  cuatro regiones en las cuales se divide la provincia a partir del nuevo Colegio de Ingenieros Agrónomos.

Estuvieron analizando diferentes puntos en los que se va a tener que trabajar para que el nuevo colegio se ponga en marcha y poder cumplir con la ley.

Están debatiendo 

“Los representantes de las cuatro regiones de la provincia que están aquí en Azul están debatiendo diferentes puntos en los que tendremos que trabajar para que toda esa  corporación del nuevo colegio se ponga en marcha y poder cumplir con los párrafos de la ley”, explicó a EL TIEMPO el ingeniero Rafael Barrera.

“Nos estamos adelantando a que en cada región se vayan constituyendo. Por ejemplo, nosotros pertenecemos a una región que abarca desde Mar del Plata hasta General Alvear y Olavarría, entonces hemos tenido que hacer reuniones con los representantes de esos partidos, y, a su vez, cada cual ha tenido que formar un círculo de ingenieros agrónomos que aglutinan a los profesionales”, amplió sobre el trabajo que están realizando.

Especificó además que “hay que prepararse y entender qué es estar matriculado. Estamos discutiendo,  por ejemplo, la conformación de los tribunales de ética, cosa que en otras profesiones llevan más de 100 años, y para nosotros será algo novedoso, pero muy oportuno porque en la Argentina cada vez se demuestra con más fuerza que el campo y su actividad tiene una relevancia importantísima a nivel país”.

Una larga lucha    

En Azul ronda en alrededor de 120 la cantidad de profesionales que podrán colegiarse y en los relevamientos que están haciendo “hemos descubierto gente que, por ahí, no se  ha acercado mucho a nuestro círculo y se van integrando”.

Se trata de una lucha que llevada un tiempo largo y “hubo circunstancias que han hecho que la provincia de Buenos Aires no tuviera su propio Colegio de Ingenieros Agrónomos, cuando las provincias pampeanas de alrededor como La Pampa, Santa Fe y Córdoba ya llevan 30 años con sus propias entidades”, informó el ingeniero Barrera.

Sin embargo, valoró que “esta lucha que se llevó adelante desde el punto de vista técnico, político y profesional se vio sintetizada en una ley que fue promulgada por las Cámaras de provincia”.

Diferenciarse    

Azul ya había sido escenario del trabajo previo a esta creación.

En esta ciudad se realizó la primera asamblea por su ubicación en el centro de la provincia.

“En esa oportunidad hubo una asamblea multitudinaria donde se votó por la creación del nuevo colegio, interpretando la mayoría de los colegas que el actual círculo de la ingeniería de la provincia de Buenos Aires abarca disciplinas que no tienen nada que ver con la agronomía”, apuntó el profesional local.

“En realidad siempre se ha dicho que nuestro título de ingeniero es un nombre, pero nosotros somos una profesión relacionada con la biología, con la producción de alimentos, con la ecología y las carreras duras del actual colegio de ingenieros de la provincia son carreras que tienen que ver con la química, con la construcción, con la hidráulica, la electricidad, es decir, somos disímiles absolutamente”, explicó en referencia a que hasta ahora sola existía el Colegio de la Ingeniería de la Provincia de Buenos Aires.

Derechos y responsabilidades  

Por eso, Barrera remarcó que “la lucha por los derechos y deberes de nuestra profesión entendemos que la tenemos que hacer desde nuestro propio Colegio de Ingenieros Agrónomos”.

El ingeniero puso el acento en que esto implica “derechos”, y también “responsabilidades” y “la única manera de ejercerlos es participar en forma completa en el tema, y no permitir opiniones de gente que son extra profesionales porque, las distorsiones, aunque no parezca, son muchísimas”.

Sobre los próximos pasos que darán, detalló que “habrá un proceso a partir de la promulgación, donde la ley otorga un plazo para elegir autoridades”.

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