A pesar de su escasa participación en el Producto Bruto Geográfico de General Pueyrredon, la piedra que se produce en las canteras locales es la que se utiliza en todas las obras públicas y privadas del partido y la zona.
Varios factores han confluido para que una actividad, que otrora empleaba a unas 4.000 personas, ahora tenga poco personal y para que, de 12.600 toneladas mensuales que se procesaban en 1954, ahora se generen 17.874,17 toneladas por año.
La tecnificación es uno de los motivos. Mientras desde el origen de la actividad de la piedra en Mar del Plata a principios del siglo XX habría una gran cantidad y categorías de trabajadores en el sector, actualmente se trata de una industria -una de las variantes de la minería- en gran medida tecnificada.
En tanto, la moda que hizo mundialmente conocido el "estilo Mar del Plata" con las paredes de viviendas familiares y edificios públicos -El casino es uno de los ejemplos paradigmáticos- revestidos en piedra, fue quedando en desuso en los últimos años del mismo siglo XX. Aunque actualmente se está volviendo a usar la piedra para los frentes, no llega a ser tan visible como en aquella época.
No obstante, tal como la piedra fue fundamental para la obra pública en la época de crecimiento y expansión de la ciudad -escolleras, puerto, calles, casas, edificios- se hicieron históricamente con piedra de la zona, en la actualidad cada calle engranzada, cada estructura de hormigón y una gran cantidad de veredas tienen piedra de la zona.
La ubicación de las canteras en las que se explota la piedra también fue variando. Las primeras -de la mano del precursor local de la actividad, José María Adrán Botana- estaban en pleno centro de la ciudad -a pocos metros de la Capilla de Santa Cecilia, en la actual loma de Stella Maris, en Laprida y Almafuerte. Con el correr de los años se fueron corriendo, en parte por necesidad de encontrar el recurso en otros sectores, en parte por quejas de los vecinos, que veían volar las piedras a sus casas cada vez que se realizaba una exploción para obtener pedazos maniobrables de la piedra.
De esa forma se fueron ubicando, primero más cerca de la zona portuaria y luego hacia lo que hoy es Batán y Estación Chapadmalal, donde en la actualidad se encuentran las canteras en funcionamiento.
Su rol fundamental
La piedra cuarcítica que se encuentra en las formaciones de la zona, pertenecientes al encadenamiento de Tandilia de la era primaria -las formaciones más antiguas de la Tierra- es la que se produce en General Pueyrredon.
"Absolutamente toda la piedra que se usa desde Mar de Ajó hasta Necochea, se produce en Chapadmalal" aseguró el delegado de Batán, Abel Cristóbal. Junto al jefe de inspectores de la delegación, Alberto Biesa, el delegado dio a conocer un panorama de la actividad que, junto a la agricultura, son las más importantes de la zona.
Incluso el delegado recordó que "la explotación de la piedra es anterior a la formación de la comunidad, básicamente Batán se forma con la gente que vino a realizar sus labores en torno a la piedra".
"Hay muchísimas canteras en Batán, pero en producción efectiva, ordenada y eficiente hay pocas" indicaron.
Según datos relevados por la delegación, son 3 las canteras que están funcionando en la zona. Dos desde hace un tiempo y una tercera, que tuvo una primera voladura muy resonada porque se escuchó en gran parte de la ciudad.
"De esas 3 canteras parte todo el insumo de la piedra, desde la piedra de escollera que es la mas grande hasta el polvo de piedra que es el excedente, un resabio del producto del proceso de la piedra en la molienda" indicó Cristóbal.
El delegado apuntó que la cantidad de personal que ocupan es fluctuante, porque la actividad "es bastante estacional". "Si bien la explotación de la piedra es permanente, no es así el consumo. En invierno no se hormigona tanto como en época de buen tiempo, que es cuando mayor es la demanda, y hay mayor cantidad de gente trabajando, en la actividad en si y en labores periféricas, porque si bien las canteras tienen su grupo de gente permanente, también contratan o sobcontratan camioneros, fleteros, mecánicos, herreros, entre otros".
Actualmente "todas las mineras tienen gente dedicada a higiene y seguridad en el trabajo, a nuevos productos, laboratorio, geología, voladuras, etc.".
Para Cristóbal, la industria de la piedra "ha involucionado y también ha evolucionado".
"Hay una evolución en la cantidad de toneladas, pero influye mucho la tecnificación. Cualquier actividad de la zona ha cambiado la relación con la cantidad de personas ocupadas. Ya no hay tanto trabajo manual. Los marroneros que rompían la piedra a golpes, los zorreros, ya no existen, ahora hay camiones, topadoras, mandíbulas que rompen el material, que rompen una piedra de 3.000 kilos y la convierten en piedrita, con motores de hasta 50 caballos de fuerza" consideró.
Y toda la explotación "hoy se hace solo en 3 canteras, no en muchas como antes. Y se ve en que hay muchas canteras abandonadas".
Al referirse a la dependencia de la piedra de la zona, para todo tipo de obra, Cristóbal aseguró que "la piedra es un insumo económico, pero traerla de lejos la encarece mucho por el traslado, el flete. Por eso Cualquier cosa que se encesite hacer en la ciudad, es con piedra de la zona de Chapadmalal. No hay otras canteras que provean".
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