Imágenes que meten miedo en la desembocadura del arroyo El Gato: basura y contaminación

Imágenes que meten miedo en la desembocadura del arroyo El Gato: basura y contaminación

Vecinos y profesionales que recorrieron la zona en el Río Santiago mencionaron: hay postales “que son peores que las del Riachuelo”

 

La desembocadura del Arroyo El Gato en el Río Santiago se volvió un foco de contaminación incontrolable. Desechos de todo tipo terminan en las aguas que se encuentran a tan solo unos metros de la toma de la planta potabilizadora de Punta Lara.

Fernando Monticelli vive en la zona de la Isla Santiago y cada día cruza con su kayak el Río Santiago Norte, siendo testigo del deterioro ambiental que se está produciendo a raíz de una desembocadura que nadie trata debidamente.

“Vivo en el Río Santiago ya hace mucho tiempo, y desde los 12 años que hago kayak en el Club Regatas. Es una zona declarada paisaje protegido y naturalmente es muy bonita. Pero hoy tengo 48 y fui viendo todo el proceso de contaminación que se fue dando en la zona. Yo en estas aguas nadaba cuando era adolescente, si hoy me tiro acá juntan mis huesitos”, le contó el protagonista a EL DIA.

Asimismo expresó que la foto de la desembocadura del Arroyo El Gato hoy “es peor que el Riachuelo, lo usamos como vertedero a río abierto de todos nuestros desechos. Aguas Bonaerenses (ABSA) tira todo al río desde la planta de tratamiento. Esto lamentablemente es nuestro riachuelo, arrastra consigo todo los contaminantes hacia la desembocadura, que como agravante tiene que está a escasos 1000 metros de la toma de agua. Esta agua es la que tomamos después”.

En tanto, describió que el panorama que ve cada vez que le toca cruzar hacia su casa “es “apocalíptico. Hay desechos sólidos domiciliarios, bolsas de basura, pañales, paragolpes de autos, heladeras y como si fuera poco, también la cloaca de ABSA, que tiene la planta de ‘no’ tratamiento en la zona del mercado regional de frutos, y manda todo los desechos para acá”.

Fernando es abogado y junto a su socio, vienen trabajando desde hace años en las cuestiones medioambientales. Por lo tanto, su tarea lo ha llevado a reunir precisiones y detalles de esta problemática: “Pocos saben que ABSA en su boleta cobra un 33% que teóricamente destina al tratamiento de afluentes cloacales y en esa planta que tienen no tratan nada. Las aguas servidas vienen a parar acá”.

“Desde 2006 y como hobbie, junto a mi socio Diego Lacki trabajamos en todo lo referido al desecho ambiental. Ya iniciamos 18 expedientes contra todos los organismos que debieran ocuparse del tema pero que claramente no lo hacen”, expresó.

Y remarcó que “hay un montón de cosas que pueden hacer con los desechos, reciclando el afluente cloacal, los plásticos, y cualquier tipo de desecho. Sucede que eso implica desarrollar una política que se ocupe y nadie lo hace. Nadie hace algo concreto con el tema”, sentenció.

 

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