La Iglesia pedirá perdón públicamente y pagará por el daño en un caso de pedofilia

La Iglesia pedirá perdón públicamente y pagará por el daño en un caso de pedofilia
El obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, leerá en misa un comunicado en el que en nombre de la Iglesia se pide perdón a las víctimas de abusos cometidos por un párroco del partido de Tigre
Esta actitud no tiene precedente en la Argentina, aunque sí en Irlanda, en Alemania y en Estados Unidos donde en Boston, el actual cardenal y consejero del papa Francisco Sean O'Malley vendió la residencia del arzobispo para reparar a las víctimas.

El pedido de perdón por los delitos sexuales cometidos por el sacerdote José Mercau cuando era párroco de la iglesia San Juan Bautista y estaba a cargo de un hogar que albergaba a niños en situación de vulnerabilidad social significa, según opinan los especialistas, un cambio histórico de la Iglesia respecto de la manera de afrontar el hasta ahora tabú de los casos de pedofilia.

La decisión de Ojea va muy en sintonía con el reciente pedido del papa Francisco a los obispos: "Asistan a las víctimas en el doloroso camino de curación, que conducen con valor".

"Las secuelas que deja el abuso sexual en el futuro de los niños y de los jóvenes no se pueden medir. Su vida vincular y afectiva queda lastimada en lo más hondo por la violación de su intimidad. La conducta del que abusa también hiere a todo el cuerpo de Cristo y quiebra la confianza en la comunidad. Este mal causado nos hace experimentar un vivo dolor como miembros de la Iglesia", dice el comunicado, que será leído en todas las iglesias de San Isidro el domingo.

La semana siguiente, en tanto, se organizará una jornada de oración y reflexión sobre el caso, abierta a la comunidad. El objetivo es sanar una herida en la sociedad y trabajar para evitar que estos casos vuelvan a ocurrir.

Monseñor Ojea llegó a la conclusión de que era necesario pedir perdón públicamente después de una serie de encuentros que mantuvo con los cuatro jóvenes víctimas de abuso que en 2005 impulsaron una causa penal contra el padre Mercau. En los encuentros, al obispo le quedó en claro que, más allá de asistirlos pastoralmente, era necesario hacer algo por devolverles dignidad.

Y para ello, la diócesis de esa localidad del norte del Gran Buenos Aires puso en venta algunas de sus propiedades para afrontar el pago de las indemnizaciones a los damnificados.

Cabe recordar que luego de un proceso de seis años, Mercau fue condenado por haber abusado de al menos cuatro niños. Tuvo un juicio abreviado, en el que reconoció su culpabilidad, y actualmente cumple una condena de 14 años en la unidad 41 de Campana, donde también está detenido el sacerdote Julio César Grassi según informa el diario La Nación.

Hasta hoy sigue siendo sacerdote hasta que no finalice el proceso canónico mediante el que la Iglesia debe juzgarlo. La investigación realizada por la diócesis fue enviada a la Santa Sede, que debe pronunciarse sobre el caso.

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