“Una chica de 16 años ‘se desplomó’ y murió en Playa Serena: investigan las causas”, tituló 0223 la primera información conocida públicamente acerca del salvaje crimen de Lucía Pérez, los primeros días de octubre de 2016. Luego se supo que a la adolescente de 16 años, violada por sus asesinos, le lavaron el cuerpo, la vistieron y la llevaron hasta la unidad sanitaria para intentar que el brutal crimen pase inadvertido como una sobredosis. Aún con algunas incógnitas por develar, quedó claro que el femicidio Lucía fue uno de los más resonantes de 2016. Pero no fue el único: el 20% de los homicidios ocurridos el año pasado estuvo vinculado a la violencia de género.

Desde 2013, el Centro Municipal de Análisis Estratégico del Delito realiza informes detallados sobre todos tipo de delitos ocurridos en General Pueyrredon. Sin embargo, en 2016 incorporó por primera vez en el informe de homicidios dolosos la categoría femicidio, que hasta entonces figuraban como muertes ocurridas en “conflicto personal” o “violencia familiar”. Si bien esto hace más complejo comparar con años anteriores, los registros del año anterior confirman que en total se produjeron 41 homicidios dolosos en Mar del Plata, de los cuales 5 fueron femicidios y otras 3 muertes relacionadas en casos de violencia de género (dos homicidios y un suicidio).

“La comparativa interanual pierde validez con la incorporación de esta nueva categoría, pero desde el Cemaed creemos que es un mal menor frente a registración de este tipo de hechos en categorías que no permiten su rápida individualización y en las cuales se invisibiliza como problemática específica”, señalaron desde el organismo municipal.

 

Los hechos

 

A fines de enero de 2016, Miguel Frias ingresó por una ventana de la casa de Blanca Esteche, su expareja: la atacó a puñaladas y también a la actual pareja de la mujer. El hombre murió en el acto y la mujer murió horas más tarde en el hospital.

Pocos días después, el 29 de enero, Víctor Hugo Ponce fue asesinado en las calles del barrio Parque Palermo. El asesino fue la expareja de la actual mujer de Ponce.

En febrero se produjo otro hecho que tuvo como origen un caso de violencia de género: Ramón Sosa fue con una pizza a la radio en la que trabajaba su exyerno, con la excusa de “hablar”. Sin embargo, sacó un cuchillo y lo asesinó a puñaladas. Luego declaró que fue hasta el lugar por la tormentosa relación que tenía con su hija.

El 30 de marzo, Néstor Barría fue a la casa en la había vivido con su expareja Celeste Merlo en el barrio Fray Luis Beltrán. Luego de dispararle a la joven de 22 años, el hombre se efectuó un disparo a sí mismo. Tras varias horas de agonía, ambos fallecieron en el Higa.

Luego de esos hechos, recién en octubre volvieron a producirse femicidios en Mar del Plata. Hubo dos víctimas: Lucía Pérez, de 16 años,  y Juana Gladys Peralta, de 83. El último de 2016 se produjo en noviembre, cuando Walter Escott fusiló a Valeria Britez, delante de su hija.

 

Una problemática en ascenso

Según el informe del Cemaed, el número de mujeres víctima de homicidios fue en aumento entre 2013 y 2016, pese a que la baja de homicidios es considerable. El primer año en que el organismo tiene registros las mujeres representaban el 10% del total de víctimas de asesinato, mientras que el año anterior la cifra trepó al 22%.  

“Esta problemática, entre otras, ha sido la que ha motivado la intervención de la Secretaría de Seguridad municipal a través de dispositivos novedosos como la Unidad de Violencia de Género de la Policía Local”, señala el informe al que tuvo acceso 0223.

El informe señala que en 2016 hubo 8 personas muertas, entre acciones directas e indirectas relacionadas a la violencia de género: siete por homicidio doloso y una por suicidio.

“En el caso particular de los femicidios y a pesar de las numerosas acciones tendientes a hacer visible la problemática y a tratarla por diferentes medios, las cifras de casos, su ascenso y derivaciones, no estarían dando señales de éxito”, dice el inorme del Cemaed.

En ese contexto, puntualiza que “las políticas de seguridad del gobierno Nacional, Provincial y Local tendientes a reducir los homicidios dolosos tuvo “resultados positivos” en General Pueyrredon. Sin embargo, advierte que “en el caso de la violencia contra las mujeres esto no ha tenido un correlato análogo”.

“Los hechos de violencia que tienen como escenario el interior de viviendas, espacio que ha pasado a ser prevalente probablemente por la mayor presencia del Estado en espacios públicos, es de difícil llegada para el mismo Estado que ha sabido dar algún grado de respuesta en el control de los lugares de acceso universal”, concluye.