A las 10 de hoy comenzará en Córdoba uno de los más importantes juicios de la humanidad: el que tendrá en el banquillo de los acusados a 44 militares, policías y civiles por la masiva matanza cometida durante la dictadura militar en el campo de concentración La Perla. En principio los imputados eran 45, pero uno de ellos se suicidó.

La afirmación no es exagerada, si se tiene en cuenta que los delitos de lesa humanidad (aquellos que, por definición, atentan contra la humanidad toda y por ende jamás prescriben) rara vez han sido juzgados. Basta con mirar hacia atrás, hacia la historia, y remontarse al Juicio de Nuremberg –que condenó a jerarcas del nazismo en la década del ‘40– para encontrar antecedentes de importancia semejante.

El campo de concentración La Perla fue, entre 1976–1978, la “columna vertebral” del sacrificio de seres humanos que planificaron las Fuerzas Armadas. Sus represores formaban parte de lo que se llamaba la “Sección de Operaciones Especiales”, que consistía en los secuestros, torturas y desaparición de centenares de mujeres y hombres.

Esa “sección” respondía al Destacamento de Inteligencia “General Iribarren” (detrás del Parque Sarmiento), que a su vez dependía del Tercer Cuerpo de Ejército, que lideraba Luciano Benjamín Menéndez.

El Ejército no actuaba solo: contaba con complicidad policial, civil y de otros actores de poder que coordinaban centros clandestinos de detención como Campo La Ribera, el Departamento de Informaciones, la Penitenciaría, la Casa de Hidráulica, la comisaría de Pilar y tantos otros lugares.

Se cree que este megajuicio tendrá una duración no menor a un año: se trata de 16 causas judiciales en la que constan 417 víctimas y casi mil testigos.

Lo que resta del año será dedicado exclusivamente a la lectura de las miles de hojas de la acusación, aunque se acelerarán los tiempos para que logren declarar algunos sobrevivientes de La Perla previo a la feria judicial. Organismos de Derechos Humanos marcharán a la puerta de Tribunales Federales.

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Quién era Aldo Carlos Checchi

El militar retirado Aldo Carlos Checchi tenía 67 años y estaba imputado en cinco causas. Incluso, una de esas causas estaba caratulada con su nombre: es la que investiga el secuestro y ejecución de 12 personas, entre ellas, el dirigente sindical cordobés Tomás Di Toffino.

En las últimas horas, Checchi se suicidó de un balazo en un hospital de San Isidro, en Buenos Aires. Esta situación generó alarma y mucha molestia en organismos, dado que deja en evidencia el escaso control de la Justicia respecto de los imputados.

De acuerdo con sobrevivientes de La Perla, Checchi fue integrante de la patota de represores y habría sido el encargado de microfilmar todos los archivos militares donde constaban las listas de secuestrados y fusilados. Esos archivos no fueron hallados.

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Sin Barreiro

Una de las mayores expectativas era ver por primera vez en el banquillo al ex mayor Guillermo Ernesto Barreiro, uno de los jefes de La Perla y del levantamiento Carapintada en 1987. Sin embargo, el acusado seguirá el juicio por videoconferencia desde Buenos Aires y por ahora no vendrá a Córdoba.