Hallan paneles de Madres en casa de barrios de lujo

Creen que Schoklender los desvió de sus fines sociales y los vendió a empresas constructoras

El juez federal Norberto Oyarbide allanó cuatro casas en barrios cerrados del Tigre que fueron construidas con paneles premoldeados similares a los que fabricaba la fundación Madres de Plaza de Mayo para usarlos en viviendas sociales en todo el país.

Las casas habían sido levantadas por una empresa privada, también allanada, que se sospecha que le compró los paneles a Sergio Schoklender, cuando en realidad esos materiales deberían haber sido usados para construir las casas que hacía la organización en todo el país y que eran financiadas con fondos públicos, dijeron a La Nacion fuentes judiciales.

El juzgado analiza entonces que este supuesto desvío de los materiales podría configurar una forma adicional de fraude, por la que también son investigados Schoklender y su círculo íntimo.

El juez llegó hasta las casas a partir de la pista de la empresa Concreto Moldeado SA, una empresa presidida por el ingeniero Marcelino Sánchez, que está siendo investigado en la causa.

Las tareas de inteligencia de la Policía Federal, dijeron fuentes con acceso a la causa, llevaron a allanar Concreto Moldeado y un galpón donde estaban almacenados paneles de concreto. Se trata de estructuras de telgopor, encamisadas en un alambre tejido, que se completan con cemento inyectado y se utilizan para construir viviendas modulares.

Con esos datos y los documentos obtenidos en la empresa, el juzgado allanó una casa en el barrio Santa Teresa, de Tigre, construida con esta tecnología, y otras tres viviendas del barrio La Comarca, también de Tigre. Se realizarán peritajes para comparar los paneles de las Madres con los de estas casas, pero en el juzgado señalaron que son similares.

Sánchez tendría además vínculos con Schoklender para ampliar sus negocios, pero por fuera de Madres. Por su intermedio, Schoklender habría logrado asociarse con la firma norteamericana Wall-Ties & Forms, que se dedica a este tipo de construcciones. Lo suyo sería la utilización de paneles realizados en aluminio, que se podrían combinar con los desarrollados por la fábrica de las Madres.

Schoklender pretendía que esta nueva tecnología, producto de la fusión de ambos sistemas constructivos, fuera utilizada en la construcción de fábricas de paneles en todo el país. Pensaba levantarlas con un crédito del Bicentenario, que tramitaba a nombre de su firma Meldorek. El crédito nunca le fue otorgado por falta de avales suficientes y ahora se investiga si ese plan de construcción de viviendas a gran escala era parte de una maniobra defraudatoria mayor que la que investiga Oyarbide..

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