El intendente de Esteban Echeverría y candidato a diputado nacional recorrió Mar del Plata, se reunió con empresarios, gremios y pymes, y desplegó su estrategia de campaña por Unión Federal: peronismo clásico, foco en la producción y una alternativa al péndulo de los extremos.
Mientras otros dirigentes buscan camuflar identidades, Fernando Gray mantiene su sello peronista y lo combina con un proyecto que intenta abrirse camino en un tablero polarizado. Desde Unión Federal, partido con el que compite por una banca nacional, apuesta a un discurso centrado en la producción, el trabajo y la representación de sectores postergados por la política tradicional.
En Mar del Plata, Gray desplegó tres días de recorrida con reuniones clave. “Durante nuestra recorrida por esta ciudad tan pujante de nuestra provincia, hablamos con los sectores productivos, con quienes brindan trabajo y con quienes forman parte de la mano de obra de la localidad. Dialogamos sobre la importancia de una representación justa para cada sector y de seguir impulsando la industria, el comercio, el turismo y la producción”, afirmó.
Pymes, gremios y sindicatos
El candidato a diputado se reunió con la conducción de APYME Mar del Plata, encabezada por Gustavo Casciotti, junto a Carlos Filippini y María Guillermina Aumedes, acompañado por Rosana Tortosa, también candidata de Unión Federal. Allí, las pymes fueron puestas en el centro de la agenda: “motor de trabajo y de la economía local”, repitió Gray, señalando la necesidad de políticas que protejan a la producción nacional frente a la apertura indiscriminada.
También recorrió la empresa Textilana S.A. junto a su dueño, Sergio Todisco, y habló del impacto negativo que sufren las textiles por la ola importadora. El mensaje fue claro: sin reglas de juego justas, la industria local no sobrevive.
En paralelo, Gray mantuvo un encuentro con el Sindicato de Guincheros, acompañado por las 62 Organizaciones Peronistas, donde volvió a insistir en la necesidad de construir un frente de unidad. La agenda sindical incluyó además a conductores de taxis, personal superior de AFIP, trabajadores de chacinados y SOECRA. En cada mesa, el hilo conductor fue el mismo: defender los derechos laborales como base de cualquier proyecto político serio.
Una campaña a pura calle
Gray no se esconde detrás de discursos vacíos. Su estrategia es intensiva y territorial: “Es una campaña territorial. Vamos a recorrer los puntos más importantes del interior de la provincia, las ciudades de más de 70.000 habitantes, y también vamos a tener mucha presencia en el área metropolitana, con un mensaje acorde a las demandas de esa región”, explicó.
El intendente apunta a captar a quienes no fueron a votar, los que miran desde la desconfianza o la decepción. “Vamos a escuchar mucho a quienes no fueron a votar”, aseguró, convencido de que el ausentismo es un mensaje en sí mismo.
Su planteo contra la polarización se resume en una frase que repite en cada parada: “Si seguimos atrapados entre extremos, ¿qué destino tenemos? Entre Espert y Grabois, ¿con quién me quedo? Nosotros somos gente lógica, normal, que puede sentarse a charlar y a dialogar”.
La campaña de Gray es recorrer una provincia marcada por la crisis, el ausentismo y el hartazgo. Pero su apuesta es clara: mostrarse como el dirigente que no reniega de su identidad peronista, que habla de producción y trabajo en serio, y que se mete en las fábricas, en las pymes y en los sindicatos.
En un escenario de extremos, Gray busca construir una opción firme. Y lo hace con la vieja receta del peronismo territorial: caminar, escuchar y poner la producción sobre la mesa. Su discurso crece porque apunta al vecino, al empresario regional y a las entidades que forman las fuerzas vivas de la comunidad.
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