La novedad camina de la mano de la hipótesis policial. Según fuentes judiciales, los peritos de la Policía Científica que trabajaron en la camioneta Peugeot Partner blanca abandonada a 300 metros de la sucursal del banco Supervielle de Nemesio Álvarez 248, en Moreno, le habrían informado al fiscal Gabriel Lorenzo que las huellas dactilares levantadas en el utilitario corresponderían a Mario Bagnera, prófugo desde agosto pasado y uno los señalados por la Bonaerense como posible cerebro del frustrado robo que desembocó en la muerte del jubilado Francisco Figueroa. Anoche, en nuevos allanamientos secuestraron vendas con sangre en una casa de la zona.

Por su parte, la esposa de Manuel Gerardo Hernández, único detenido del caso, le dijo a Tiempo Argentino que su marido no conoce a Bagnera y negó las acusaciones del fiscal Lorenzo, a quien conoció en septiembre de 2012, cuando su hijo Ivan cayó por el homicidio de un barrendero que intentó abortar el robo a una mujer que minutos antes había sido despojada de la cartera. "El fiscal es jodido, tiene mala fama", contó la mujer mientras mostraba las marcas del paso de las brigadas policiales por su casa, una quinta tomada desde hace diez años, con una deuda de más de 4000 pesos de luz, sin camas para los hijos del segundo matrimonio de Susana, con las paredes ganadas por la humedad y el pasto crecido hasta las rodillas. Así vivía el presunto integrante de la banda que el lunes intentó llevarse la saca con efectivo que los portavalores bajaban frente al banco.

Sobre el fallido robo, las fuentes agregaron que otro posible partícipe sería Gustavo Farías Frías, alias "El Rengo", quien también aparece mencionado junto a Bagnera como uno de los killers de los policías que custodiaban el camión de caudales del Banco Provincia, atacado el 23 de noviembre de 2010 en la Panamericana, cuando transportaba 19 millones de pesos y 200 mil dólares hacia San Nicolás.

Según las fuentes, El Rengo, hermano de Cristian Farías Frías, preso en el penal bonaerense de Campana, habría sido identificado días antes del robo, camuflado entre los clientes. Además, los voceros dijeron que la Partner abandonada fue levantada por personas del entorno de Bagnera, secuencia registrada por un domo de seguridad.

Una de las hipótesis que manejan los investigadores es que El Rengo se juntó en los primeros días de septiembre de 2013 con un técnico de la empresa Prosegur en una villa de Lomas de Zamora, y que parte de la banda trabajó antes de ese encuentro en el robo a la fábrica de cerámica Cortines, en Luján. Según las fuentes, en ese hecho se llevaron unos 5 millones pesos, aunque extraoficialmente se habló de una suma más elevada, que habría sido utilizada para financiar otros golpes.

Para los policías, la banda que actuó en Moreno es un rezago de grupos de la zona noroeste de la provincia, cuyos integrantes alternan de acuerdo a las detenciones o muertes que sufren en su fe pistolera.