Como si no tuviera poco con el esfuerzo que le demanda cubrir la planilla salarial corriente de sus más de 10 mil empleados, a la Municipalidad de Córdoba le apareció ahora otro problema con los trabajadores, heredado de la anterior gestión. Debió salir a cubrir un desfasaje de 3,2 millones de pesos por retenciones que se practicaron a muchos agentes en sus salarios durante el segundo semestre de 2011, pero que al parecer nunca se giraron a los acreedores que debían percibir esos fondos.

Según indicaron desde el Suoem (gremio de municipales), las retenciones correspondían a ítems tales como cuotas alimentarias, embargos y pagos a profesionales, que el ex intendente Daniel Giacomino no habría honrado a tiempo.

Al estar monitoreadas judicialmente, muchas de esas obligaciones eran imposibles de eludir por parte de los empleados, a los cuales el incumplimiento municipal los puso en situación de morosidad y expuestos a reproches legales. En casos extremos hasta empezaron a recibir nuevas intimaciones, y eso fue lo que precipitó un pedido expreso del gremio para que intervenga el Ejecutivo.

“No hablamos de dinero que compañeros le debían a un banco o a particulares por consumos, sino que debían responder en la Justicia. Imagínense la situación de un empleado que verifica los descuentos en su salario y al que después su ex mujer le reclama ante un juez que está incumpliendo con la cuota alimentaria”, graficó Damián Bizzi, vocero del Suoem, al relatar los inconvenientes generados por esa situación.

La cuestión se saldó con la participación del Departamento Ejecutivo, que acordó un plan de pagos en seis cuotas de poco más de medio millón de pesos cada una, para regularizar el tema, en un gesto que fue rescatado desde filas gremiales. “Hay que admitir que en esta cuestión nos respondieron rápido y bien”, admitieron en el Suoem.

Según pudo establecer este diario, la Municipalidad ya habría desembolsado el importe correspondiente a dos de las seis cuotas acordadas y tendría las previsiones hechas para cubrir la totalidad de la deuda.

Sin embargo, la historia no terminaría sólo en esa corrección económico-administrativa de la mora en que incurrió la anterior gestión para con los empleados. El caso ahora podría tener derivaciones penales, si Mestre resuelve poner en conocimiento de la Justicia –como funcionario está obligado a denunciar cualquier hecho presuntamente delictivo– que Giacomino efectivamente retuvo los fondos a los trabajadores y que luego no pagó a los acreedores de éstos.

Fuentes municipales confiaron, además, que no estaría muy claro el destino que se dio en la anterior administración a las partidas que debían cubrir los embargos. Este diario intentó anoche contactar a Giacomino a través de su secretario y de su vocero de prensa, pero no logró ubicarlo.