Al peronismo rionegrino y barilochense le cuesta dejar de mirar hacia adentro, al margen de haber logrado llegar a la gobernación, después de 28 años de hegemonía radical. Así quedó claro este viernes, en el acto que lanzó la candidatura de María Eugenia Martini a la Intendencia de Bariloche.

Los discursos, los mensajes y los gestos estuvieron plagados de referencias internas, de pedidos de unidad, y, en boca del Senador Miguel Pichetto, autocrítica por no haber podido conformar en la ciudad el Frente para la Victoria.

Sobre el escenario, el Senador y Presidente del Partido a nivel provincial, el Diputado Jorge Cejas, el ministro de Desarrollo Social Ernesto Paillalef -único miembro del gabinete provincial-, 14 intendentes, los concejales locales del PJ, y algunos dirigentes más. A través de una nota, el Vicegobernador Carlos Peralta también dijo presente: "Sólo el tratamiento que sigo por mi enfermedad me impide estar allí", dijo. Importante representación justicialista, en apoyo a Martini.

En el terreno, representación de la flamante Mesa de Organizaciones Kirchneristas -MILES, Movimiento Evita, Causa Nacional y Popular, entre otras-, gremios -el SOYEM, claramente volcado a la campaña peronista; y la sorpresiva presencia de la AEC con Walter Cortés a la cabeza-, además de algunos sectores internos del Justicialismo. No pasó inadvertida la ausencia de La Cámpora, primer sostén de la gestión interina de Martini, cuando, en enero pasado, se hizo cargo del interinato.

La primera frase de Pichetto no dejó lugar a dudas sobre el tono del discurso: “Este es el único lugar donde teníamos que estar. Acá está el peronismo de Río Negro”, dijo.

Interrumpido por los bombos, pidió silenciar el ritmo de la militancia: “Me ponen de mal humor los bombos”, reconoció, y provocó algunas risas y algunos silencios.

Logrado el clima que requería, Pichetto transmitió un “mensaje de la Presidenta (Cristina Fernández) de respaldo claro y nítido a Martini”, que “está ejerciendo el gobierno con responsabilidad”.

En tono autocrítico, el Senador aseguró que “todavía no hemos podido saldar el debate y la discusión” derivados de los “momentos difíciles que vivimos en diciembre”, cuando se produjeron los saqueos que finalizaron con la revocatoria de mandato de Omar Goye.

Pichetto aseguró que el Frente para la Victoria “no ha estado a la altura de la expectativa de los ciudadanos”, y nuevamente se lamentó: “Nos hubiera gustado estar con el Frente Grande”, ya que el FpV “es una herramienta provincial, que nos hizo triunfar (en las PASO) con el 42 por ciento” de los votos.

“Es importante hablar de unidad, de trabajo común con el gobierno Nacional trayendo obras, y con el Provincial trabajando para mejorar Bariloche. Con Maru Martini como Intendenta de Bariloche, que está convocada a ser la gran ciudad de Río Negro”, dijo, y recordó que “siempre hemos puesto la cara en Bariloche, en las buenas y en las malas”.

Por su parte, el titular de la Liga de Intendentes Justicialistas, Martín Soria, con tono apasionado recordó: “Decíamos cuando arrasábamos en las urnas, el domingo pasado, que lanzábamos la convocatoria para venir todos juntos a acompañar a la Intendenta, que tiene lo que hay que tener como mujer” para afrontar el momento que vive Bariloche.

Con muchas referencias al gobierno nacional y al proyecto que encarna Cristina Fernández, Soria mandó un inequívoco mensaje al Gobernador Alberto Weretilneck: “”No estamos para declararnos prescindentes”, postura asumida por el mandatario, teniendo en cuenta su apoyo no explicitado al candidato del Frente Grande, Carlos Valeri.

Soria aseguró que Martini “luchará por los que no tienen voz” y seguirá “transformando Bariloche”, y cerró su aplaudida intervención llamando a convertir a la jefa comunal interina en una “Intendenta como corresponde, con votos y con la gente”.