Se busca fortalecer la gestión integral de residuos sólidos urbanos, con foco en el compostaje comunitario y la participación vecinal.
El coordinador de Residuos Sólidos Urbanos, Christian Pincemin, y el arquitecto Aníbal Lening detallaron la situación actual de la planta de transferencia de basura y el trabajo conjunto con la mesa GIRSU.
Actualmente, la planta recibe los camiones de recolección, realiza la clasificación de materiales reciclables (cartón, plástico, vidrio, aluminio, línea blanca, chatarra y neumáticos) y destina el resto a disposición final en Alicurá. Una parte importante de los fondos para la compra de contenedores y mejoras proviene de lo recaudado en la venta de reciclables.
Articulación con la mesa GIRSU
La mesa GIRSU se reúne una vez al mes con la participación de distintos sectores: organizaciones ambientales, juntas vecinales, escuelas, Parques Nacionales y el área de Ambiente municipal. Allí se debaten problemáticas, se proponen soluciones y se decide el destino de los recursos obtenidos del reciclaje.
Este esquema permitió la compra de 40 contenedores en la última reunión, además de apoyar proyectos comunitarios y reforzar campañas de concientización ambiental.
Falta de maquinaria y limitaciones
Uno de los problemas más graves es la ausencia de una topadora con oruga, fundamental para sectorizar residuos y realizar cortafuegos en la planta. La máquina existente está fuera de servicio desde hace años y su reparación resulta muy costosa. Se gestionan alternativas con la provincia y el municipio para conseguir una nueva.
Pese a estas limitaciones, se incorporaron cámaras de seguridad, se instaló gas natural y se proyecta una ampliación para mejorar el espacio de acopio de materiales reciclados.
La clave: separar en origen
Los funcionarios insistieron en que el éxito de la planta depende del compromiso ciudadano en la separación domiciliaria de residuos. Solo un 20% de los hogares separa sus desechos, y apenas un 5% realiza compostaje.
Para mejorar estos números, se lanzaron programas educativos en escuelas y barrios, además de capacitaciones a promotores ambientales que visitan casa por casa para explicar cómo separar.
Hacia una cultura ambiental más sólida
La mesa GIRSU también trabaja en proyectos de compostaje comunitario, en el fortalecimiento del “sello verde” para hoteles y cabañas, y en la coordinación con otras localidades vecinas para dar destino a materiales reciclables.
El desafío no es solo tecnológico, sino cultural: generar conciencia de que lo que llamamos “basura” puede convertirse en recurso si se gestiona correctamente.
Dixit (frases destacadas)
“Lo que muchos llaman basura, en realidad puede ser recurso si lo separamos bien”.
“El compromiso de los vecinos es tan importante como la infraestructura”.
“Sin separación en origen, el sistema de reciclaje no puede funcionar”.
“Cada contenedor que compramos es gracias a lo recaudado en la venta de reciclables”.
“Escuelas, barrios y organizaciones son parte activa de la solución”.
“El compostaje domiciliario reduce hasta un 40% los residuos que llegan a la planta”.
“Necesitamos una topadora para mejorar la operatividad de la planta”
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