Los vecinos del barrio Nueva Esperanza I, un barrio que nació con la entrega de terrenos obtenidos por el Gobierno municipal de la expropiación al ingenio San Isidro, trabajaron durante el pasado fin de semana en la limpieza de la ruta provincial Nº 8, en el tramo que pasa por el barrio, eliminando un gran basural que amenazaba con poner en riesgo la salud de la comunidad cercana, especialmente entre los niños en edad escolar que en forma diaria caminan por la ruta con destino a la escuela rural Raúl Alfonsín, ubicada en el lote Santa Rosa, distante a un kilómetro del barrio.

La ruta 8 no se encuentra asfaltada. Su empedrado y polvoriento suelo ya es un problema para los vecinos, que no pueden mantener sus viviendas limpias por la polvareda que se levanta, generada por la constante circulación de vehículos a gran velocidad. Esta ruta tiene como uno de sus destinos el paraje Santa Rita, una zona de fincas, por lo que el tránsito está compuesto en su mayoría por camionetas y otros vehículos pesados. Debido a que carece de un alumbrado público, se transforma en un lugar ideal para descargar bolsas de basuras, que luego son desparramadas por los perros y el viento. "Realmente es un asco ver el estado de la ruta por esta zona. La Municipalidad regularmente realiza una limpieza. La tiene que hacer con palas cargadoras y camiones, pero rápidamente se vuelve a llenar de basura. En tiempos de calor, como los que ya estamos viviendo, el mal olor hace que sea difícil de respirar", manifestó Marta Díaz. La vecina agregó que el mayor malestar se debe a la frecuencia con la que arrojan cuerpos de animales muertos. "Esta última semana nos arrojaron 10 perros muertos; el olor era insoportable. Todo esto que estamos viviendo nos llevó a tomar la decisión de limpiar por lo menos el sector de la ruta donde está nuestro barrio, que son unos 300 metros en forma lineal", explicó la vecina, con la convicción de que si las personas no veían basura desparramada no elegirían ese lugar para arrojar la suya.

Entre el sábado y el domingo reclutaron otras familias del barrio y juntas trabajaron en levantar toda la basura, colocándolas en el interior de bolsas de consorcio. El tramo quedó limpio y la diferencia con el resto de la ruta es notable. Se puede ver cómo desde el final del barrio hacia el Lote Santa Rosa la ruta está llena de basura en ambos laterales, a diferencia del tramo que fue limpiado. "Le pedimos a las personas que acostumbran a tirar basura en esta zona que no lo hagan. Que si se toman el trabajo de llegarse hasta aquí para tirar sus bolsas de residuos, que viajen dos kilómetros más hacia el sur, para depositarlas en el basural".