Respaldado por una tribuna propia conformada por una veintena de intendentes peronistas que fueron convocados para participar de la sesión en el recinto, Unión por Córdoba impuso ayer su mayoría y, con el apoyo crítico de radicales y macristas, logró sancionar con amplitud la ley que convalida las relicitaciones introducidos a la obra de los gasoductos troncales.
Además se ratificó la autorización de endeudamiento por hasta 800 millones de dólares necesarios para afrontar los trabajos.
El debate, tenso en algunos momentos y tragicómico en otros, se extendió durante cuatro horas, con mayoría de intervenciones desde las bancadas opositoras.
Por el oficialismo, el legislador Manuel Calvo fue el encargado de presentar y defender el repentino cambio que decidió hace 15 días el gobernador Juan Schiaretti, cuando dio por caída las negociaciones con la banca china por el aporte de financiamiento y, en cambio, llamó a una nueva licitación.
Luego, Carlos Gutiérrez, titular del bloque, cerró el debate con un discurso más político que técnico.
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En concreto, la iniciativa aprobada refiere a la segunda etapa –el 80 por ciento de la obra– de la construcción de cuatro gasoductos que habían quedado, en mitades iguales, en manos de Iecsa y Electroingeniería, en UTE cada uno con empresas chinas.
Ahora, esas obras se dividirán en ocho tramos en una licitación que tendrá resultados el próximo 15 de mayo cuando se abran los sobres con las ofertas.
Abortado el vínculo con los bancos chinos, el financiamiento restante de unos 437 millones de dólares dependerá ahora de manera exclusiva de la Provincia.
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