He escuchado muchas ponencias de representantes de distintos ámbitos, pero creo que hay una visión distorsionada de lo que pasa en el campo. Hay mucho desconocimiento de lo que pasa en el campo, se dejan llevar por relatos, faltan datos científicos y que tengan que ver con evidencias.

He visto filmaciones que no corresponden a nuestro país, y hay gente que opina pero que nunca fue al campo. Tenemos productores y familiares cercanos que conviven con agroquímicos, y gozan de buena salud, andan caminando como cualquiera de nosotros. Lo que noto es que hay posiciones muy radicalizadas y que no hacen bien al debate, que seguramente va a ser largo”.

Enfatizó que: “Los principales preocupados por bajar el uso de agroquímicos son los propios productores, porque es un gasto en dólares que hay que solventar, y por eso se tiende a la agroecología; cada vez se usan más aquellos denominados “banda verde” que son los de menor toxicidad. Celebro que haya una discusión sobre el tema pero hay algunas posiciones radicalizadas de lo que ocurre en el campo sin tener conocimiento.

Esto no quiere decir que los productos sean inocuos, de hecho en la vida diaria se consumen otros que tienen mayor toxicidad. En los países desarrollados también se emplean agroquímicos, y otra cosa que no se tiene en cuenta es que imponer restricciones y prohibiciones sin la evidencia suficiente hará que mucha gente quede sin trabajo, nadie dimensiona esto. Nosotros sí tenemos cuantificado cuál es el perjuicio que esto provoca.

Por supuesto no tenemos una visión solamente económica, sino a quienes forman parte de nuestro equipo de trabajo y de nuestras familias. Quienes se dedican a realizar fumigaciones lo hacen desde hace años, con todos los recaudos, y no están enfermos por eso. Además, quienes manipulan estos productos lo hacen con máscaras, guantes y todas las medidas de precaución necesarias”.

“El uso de agroquímicos viene disminuyendo, los productores cada vez somos más y se trabaja de la manera más sustentable posible. La población crece y como trabajadores esenciales estamos abasteciendo de alimentos a todos los habitantes, por no mencionar la exportación. Adherimos al cambio climático y a las buenas prácticas agrícolas y ganaderas.

Y al haber un mercado externo, nosotros mismos extremamos los cuidados para que la carne o los cereales que se exportan tengan todas las garantías de consumo. Se habla mucho de Monsanto y hay gente que todavía no sabe que a esa empresa no existe más porque la compró Bayer, por darte un ejemplo. Lo que molesta es que se habla sin saber y hay mucho “relato”.

Si están hablando de una droga, tienen que explicar qué pasa cuando llega al suelo, cómo se metaboliza, etc. Hoy tenemos drones que indican la dosis exacta que se debe echar por encima del cultivo. Y te digo más: los productores viven en el campo: ¿Algunos de ellos, que viven con su familia, la expondría a una intoxicación? Hay que ver los datos técnicos, no me gusta que se ideologice la discusión. Hay un proyecto de Ley Provincial que está muy bien logrado, y lo que me molesta es cuando interfiere la política en este tipo de debates que hacen al medio ambiente”, concluyó el directivo.