En la indagatoria que prestó ante el fiscal Guillermo Castro, Zárate reiteró que la relación fue consentida y explicó cómo fue el momento en el que se produjo el abuso del que se lo acusa.

El jugador de Independiente relató que él tenía intenciones de dormir en una habitación solo, cuando volvió al cuarto donde descansaban en la misma cama Guiliana y Benítez. Allí volvió para buscar un remedio porque tenía un malestar estomacal y abrió un placard al lado de la cama. "En ese momento sentí que me tocaban la pierna, como una caricia, del lado de atrás", detalló Zárate. Era Giuliana, según su testimonio.

"Cuando la miro, me dice "vení, vení" y hace un gesto para que me acueste con ella y al mismo tiempo levanta la sábana", agregó. Benítez, según lo declarado por el presunto abusador, estaba al lado de la chica, dándole la espalda a ella.

La relación sexual se extendió por entre cinco y diez minutos hasta que le preguntó a la joven si se cuidaba. Giuliana reaccionó mal y lo insultó.

Estos son los puntos más salientes de su testimonio:

"Mi familia lo único que ve en la tele es que dicen que soy un violador".

"Hace un mes y ocho días estoy corriendo como un boludo alrededor de una cancha, mirando "Cómo mis compañeros entrenan normalmente (...) Esto arruinó mi carrera y nombre. Hablé con el técnico, pero esto que pasó no sé cómo explicárselo".

"Nunca en mi vida tendría la necesidad de violar a alguien, ni se me pasó por la cabeza, ni se me va a pasar nunca".

"Gracias a Dios no tengo la necesidad de violar a alguien, ni aunque fuera la última mina del mundo".

"Yo sabía que ella (la denunciante) se veía con (Martín) Benítez, tenían onda, pero no eran novios".