Francella habla sobre su nueva película

Francella habla sobre su nueva película
Conversamos con el protagonista de “Corazón de león”, uno de los estrenos nacionales del año, que llega el jueves, a los cines de Córdoba.

Corazón de león es uno de los estrenos argentinos de la temporada y viene con Guillermo Francella y Julieta Díaz, a la cabeza de una historia que trata de un amor entre una chica, un hombre y los 40 centímetros de altura que hay entre ella y él.

La historia es dirigida por Marcos Carnevale, cordobés de Inriville al que todos reconocen por Elsa y Fred, película que a fin de año tendrá el estreno de su versión hollywoodense, con Shirley MacLaine y Christopher Plummer: “La vi y me encantó, Shirley tiene gestos de China Zorrilla”, se entusiasmó Carnevale.

Volviendo a este estreno de hoy, que nos ocupa, el director contó que para “reducir” a Guillermo Francella se trabajó con las técnicas usadas en el Señor de los Anillos y El Hobbit y también se apelaron a efectos de ilusión óptica, como el de agrandar la escenografía, para conseguir que el actor aparezca en escena como una persona de 1,36 de estatura. “Quizá es la película más importante que hice hasta ahora”, dice Carnevale, a la vez que revela que fue él quien propuso a Nicolás Francella para el papel de Toto, el hijo de León, en la ficción y en la vida real.

De todos estos detalles nos propusimos hablar con Guillermo, ayer en un hotel de nuestra ciudad, a donde habían llegado para promocionar el lanzamiento del filme.

Después de una larga espera, a causa de una interminable sesión de fotos que le realizó una revista local que lo quería al actor posando con un ejemplar de la publicación, pudimos conversar con el protagonista de Corazón de león.

–¿Cómo fue el trabajo físico para este personaje?

–Muy difícil. Quedó divino pero al trabajar mucho con efectos digitales era vital concentrarse en qué era lo que quería la gente especialista en esto y obedecer. En lo interpretativo fue un desafío muy grande, lo de la postura corporal, el tema del pecho erguido, para arriba... no tenía que mirar nunca a los ojos al interlocutor. No fue sencillo.

–¿Sos vos y te han reducido por el efecto de la técnica?

–Obvio. Eso fue lo difícil.

–¿Habías hecho alguna cosa así, antes?

–Nunca. Es una cosa bastante complicada.

–¿Hiciste algún entrenamiento especial?

–No, pero trabajé mucho con Carnevale, para ver qué era lo que él quería, para concentrarnos para que salga como lo soñábamos. Primero hicimos una prueba con el efecto y cuando vimos que quedaba perfecto, fuimos para adelante.

–¿Y respecto del conflicto humano que plantea la película?

–Los mandatos... ¿Qué pasa cuando alguien es diferente, en una relación de amor? ¿Qué sucede? Es bastante duro ¿qué vale más? ¿lo que sentís con tu corazón o lo que un allegado a vos te dice? Cuando alguien te dice ‘salí de ahí, cómo vas a estar con esa persona’, ya sea por la discapacidad o la diferencia física o si estás al lado de una persona obesa, un enano o lo que sea. ¿Qué pasa ante esa instancia?

–¿Alguna vez sentiste eso?

–No. En forma personal no he sufrido eso.

–¿Cómo fue lo de Nico?

–Fue hermoso.

–Al principio, te resististe un poco.

–Noooo. No lo quería exponer, al no tener experiencia. Te imaginás, que lo que más deseas es que la persona que va a estar al lado tuyo tenga experiencia y no justo mi hijo, que solamente tiene estudios de teatro. Confíe mucho en Marcos, Marcos tomó la decisión de que sea él, pero una vez hecha una audición. En la prueba estuvo fantástico, realmente, y me gustó mucho lo que hizo. Cuando yo la vi y lo vi a él tan seguro, tan concentrado, tan metido y trabajado a conciencia. Lo hizo con respeto y lo probamos en varias instancias y dije ‘ése es Nico’. Y esta complicidad que yo tengo en la vida la pudimos trasladar también a la película y estuvo muy interesante. Tiene mucha verdad en su interpretación, mira a los ojos, escucha, actuando.

–Haber estado en una película que ganó el Oscar ¿te abrió puertas a nivel internacional?

–Abrir puertas, no. Me siento muy orgulloso de lo que he vivido, pocas veces en la vida se vive una instancia así... o ninguna. Poder estar en ese teatro, recibiendo un Oscar fue algo inolvidable.

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