Que la industria mejorará su desempeño el año próximo respecto de 2012 está fuera de discusión. Son varios los factores que permiten prever un escenario más auspicioso: la recuperación de Brasil, la cosecha récord y un mercado interno apalancado por el contexto electoral. Sin embargo, y en línea con las perspectivas del rumbo económico general, lejos estará la actividad manufacturera de crecer a las tasas que registró hasta el 2011. Con suerte, crecerá entre 3% y 3,5%, proyectaron varios economistas consultados.

Luego de varios años de auge, en 2012 la industria se estancó. Hasta noviembre había registrado una caída de 0,9%, según el Estimador Mensual Industrial (EMI) y de acuerdo con las previsiones de la UIA, el año cerrará con un crecimiento nulo o una pequeña baja respecto del 2011. Luego del segundo y tercer trimestre con mermas interanuales, en octubre la industria repuntó. Pero en noviembre volvió a caer y diciembre estaría en la misma línea.

Los sectores que impulsaron el derrumbe del 2012 ya comenzaron a reactivarse, por lo que se esperan evoluciones positivas durante el año que comienza. Es el caso del sector automotriz, que hasta noviembre acumuló una caída del 8,3% respecto del mismo período del año anterior, pero ese mes creció 1,2% y la tendencia indica que continuará en esa senda. Su performance depende en gran medida del crecimiento de Brasil y luego del frenazo de gran parte del año, en los últimos meses comenzó a reactivarse la demanda y ello repercutió positivamente en las terminales locales, que recuperaron los niveles de producción de fines del 2011.

“Tenemos varios escenarios para el 2013, pero el base prevé una producción de 845.000 autos, basada no sólo en cuánto crecerá Brasil, sino también en cuánta participación ganará la Argentina en el mercado automotriz brasileño”, manifestó el director de Abeceb.com, Dante Sica. La proyección de su consultora es que la producción de vehículos crecerá entre 12% y 15% este año y que este crecimiento “impactará fuerte en la actividad industrial”. Según afirmó, la industria crecerá entre 4 y 5% este año.

De la mano del repunte de este sector mejorará la performance de la industria autopartista y de metales básicos. Esta última acumuló hasta noviembre de 2012 una disminución del 8,2%.

Por otra parte, también mejorará el rubro alimentos y bebidas, particularmente el de molienda de cereales y oleaginosas, que en 2012 fue el que más cayó y que este año promete aportar gran parte del crecimiento a partir de la cosecha récord. Según el Indec, este sector acumuló hasta noviembre del año pasado una caída de 5,1%.

“El crecimiento de la industria este año va a seguir siendo heterogéneo. Estarán bien los sectores vinculados al agro y a Brasil que sean competitivos, pero hay otros que la van a sufrir”, consideró el economista de Orlando Ferreres & Asociados, Fausto Spotorno, quien afirmó que en 2012 la actividad mostrará una merma de entre 1 y 2%, pero en 2013 se registrará un crecimiento cercano a 3%. Spotorno remarcó que “si no se resuelve el problema de la competitividad cambiaria, las restricciones energéticas y las trabas a las importaciones, entre otras cuestiones estructurales, habrá un límite al crecimiento”. Otro sector que repuntará será el de agroquímicos, ayudado por la mejor cosecha esperada.

Desde la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra), el economista Fernando Grasso sostuvo que “hay un consenso bastante generalizado en torno a que varios de los factores que impactaron negativamente en 2012 comiencen a revertirse, de la mano de un contexto externo un poco más favorable”. Ello sumado a una decisión por sostener pujante el mercado interno permitirá que la actividad crezca al mismo ritmo que la industria en su conjunto, agregó.

La estimación de la consultora Analytica, que dirige Ricardo Delgado, prevé un crecimiento de la industria del 3,5%. “Veo todos los sectores con crecimientos más moderados, pero crecimientos al fin. El 2013 va a ser mejor. Habrá más oferta de dólares y mayor posibilidad de importar; eso va a aceitar la producción manufacturera”, dijo Delgado.

El consenso generalizado es que si bien el escenario electoral potenciará el consumo y ello alentará a los sectores abocados al mercado interno, los que están concentrados en la exportación seguirán sufriendo la pérdida de competitividad producto de la suba de costos que no acompaña el ritmo de devaluación del tipo de cambio.