El Consejo Superior de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) aprobó ayer la modificación del régimen disciplinario que involucra a todos los claustros (docente, no docente y estudiantil) e incluyó la figura de un fiscal permanente para investigar denuncias contra profesores.

En particular, a propuesta de la bancada estudiantil, se introdujo una novedad respaldada por una reciente investigación: la violencia y discriminación de género será ahora causal de sanción y juicio académico.

En un comunicado, los estudiantes del Frente 20 de Diciembre dijeron: “En la Universidad son una constante los casos en que los docentes, abusando de su posición, someten a nuestras compañeras a situaciones de discriminación y violencia”.

El Consejo Superior creó una fiscalía permanente para investigar las denuncias contra docentes, entre ellas, las de discriminación y violencia de género. Eventualmente, podrá realizarse un juicio académico. Hasta ahora, la fiscalía se creaba ad hoc , para cada expediente en particular. Con esta nueva figura, ante la denuncia de una irregularidad o falta de docentes habrá más chances de que prospere la investigación –con todas las garantías del debido proceso– ya sea de una falta de menor o gravedad (puede llegar a la expulsión) para eventualmente aplicarse la sanción.

Otro cambio fue la sanción de un solo texto –una especie de Código– que organiza diferentes normativas. Hasta hoy, la universidad tiene diversos regímenes disciplinarios: uno para estudiantes, otro para no docentes y otro para docentes.

Antecedente. La inclusión de causal de discriminación y violencia de género tiene como antecedente una investigación de la UNC que descubrió que el 15 por ciento de los 711 docentes encuestados conocía algún caso de acoso sexual en la institución. El 73 por ciento de ellos dijo que eran entre un profesor y un alumno.

En el capítulo “¿Discriminación y violencias de género en la universidad?”, las autoras aseguran que un cuarto de los docentes reconoce que son frecuentes en UNC los chistes, burlas y sarcasmos que aluden a ser varón, mujer, a la orientación sexual o identidad de género. Dos de cada 10 manifestaron que conocen casos de discriminación de género y más de la mitad, acoso laboral. Las autoras plantearon la necesidad de procesos administrativos y legales adecuados al tratamiento de las violencias y el acoso