La Coordinadora Ecológica Area Metropolitana Sociedad de Estado (Ceamse) llegó a Mar del Plata hace tres años para ponerle fin a uno de los tantos conflictos en que estaba inmersa la gestión de Carlos Arroyo: el de la operatoria del predio de residuos.

El contrato, que vence el 9 de agosto, contenía una cláusula de renovación automática por tres años, pero, según confirmó a LA CAPITAL el presidente del Ente Municipal de Servicios Urbanos (Emsur), Sebastián D’Andrea, no se ejecutará. “No vamos a ejercer ese derecho de prórroga. No por una cuestión conflictiva, sino porque el convenio tal cual estaba había cumplido su objetivo y ahora necesitamos nuevas condiciones”, aclaró.

La prioridad del municipio es confeccionar un pliego de bases y condiciones, enviarlo al Concejo Deliberante y convocar a una licitación pública lo antes posible para reemplazar a Ceamse. El proceso de elaboración está “casi terminado”, aseguró D’Andrea, pero de todos modos evitó ponerle fecha de entrada al cuerpo legislativo. “No debería demorarse mucho tiempo”, prefirió decir.

En el caso de que el proceso licitatorio se retrase, el municipio prepara una opción para salir del apuro. Sería “una contratación de emergencia”. “Estamos trabajando con alguna alternativa en donde el Emsur se haga cargo de la administración y ver qué servicios contratar transitoriamente hasta que podamos conseguir la contratación final a través de la licitación pública”, afirmó el funcionario.

La intención es que la emergencia sea “muy transitoria” porque las mayores expectativas están puestas en el proceso licitatorio. El pliego atraviesa, según D’Andrea, “los últimos controles”. Uno de los asuntos que resta definir es por cuánto tiempo se hará la adjudicación. “Estamos terminando de analizar la cuestión económica de la inversión para ver qué período de amortización puede ser interesante para las empresas y que todo eso se vea reflejado en una valor razonable para nosotros”, indicó.

El titular del Emsur consideró que el Ceamse “cumplió distintas etapas”. “En principio vino con la idea de resolver un problema de emergencia ambiental que existía en el predio. Se construyó infraestructura, se convirtió ese predio en un relleno sanitario y además de todas esas funciones que tenían que ver con una inversión en infraestructura, lo que hizo fue operar el predio: la distribución de los residuos, las cuestiones técnicas que tienen que ver con los líquidos lixiviados y el ordenamiento de la operatoria de ese predio”, describió.

“Hoy, avanzando en una etapa posterior, lo que necesitamos es mantener ese esquema y operar ese predio. Por eso entendemos que la primera etapa de resolver la cuestión de emergencia ambiental está cumplida”, agregó.

El que finaliza es un contrato que tuvo “determinadas condiciones” que el gobierno local pretende cambiar. “Entendemos que hay nuevos procedimientos que se pueden incorporar. Nuestro objetivo es tratar de disminuir la cantidad de residuos que ingresa al predio. Para eso hay otros procedimientos que hay que tener previstos”, dijo D’Andrea sobre el aspecto técnico.

El otro es el económico. “Hay otras cuestiones que tenemos que tener en cuenta. Hoy el contrato es bastante oneroso y nosotros tratamos de que el esquema sea autosustentable y podamos hacer un uso eficiente de los recursos”, señaló. “Por eso se redefine desde el punto de vista técnico y económico para que esa ecuación pueda mantenerse equilibrada”, añadió.

La última factura que presentó el Ceamse “es de alrededor de $ 38 millones mensuales y se prevén también algunas redeterminaciones”, detalló. Por eso “la intención es abrir el juego para que distintos oferentes se presenten y le ofrezcan un mejor servicio al municipio”.