Las autoridades de Filipinas elevaron este miércoles a 4.011 la cifra provisional de muertos provocados por el tifón Haiyan, que el pasado 8 de noviembre devastó la región central del país donde continúan las tareas de reconstrucción.

En su último informe, el Consejo Nacional de Gestión y Reducción de Riesgo de Desastres situó además el número de heridos en 18.557 y en 1.602 el de desaparecidos.

El organismo gubernamental indicó asimismo que de los más de 4.000 muertos, 3.310 fallecieron en la provincia de Leyte, en el este de Filipinas, la más afectada por el tifón.

La agencia estimó que 9,9 millones de personas quedaron afectadas por el tifón, con 398.377 de ellas alojadas en 1.526 centros de evacuación.

Al menos 323.454 casas quedaron destruidas y otras 324.706 sufrieron daños en 574 municipios del país, señaló el Consejo, que elevó los daños a más de 12.200 millones de pesos (280 millones de dólares o 206 millones de euros) de los cuales, 1.790 millones fueron en infraestructuras.

Unas 33.200 personas fueron desplegadas en las zonas afectadas por el Haiyan, así como 1.320 vehículos, 107 embarcaciones y 163 aviones de agencias nacionales, locales y extranjeras.

Gobierno, entidades privadas filipinas y organizaciones no gubernamentales destinaron 387 millones de pesos (8,8 millones de dólares o 6,5 millones de euros) para llevar a cabo las tareas de rescate y rehabilitación.

Los equipos de rescate desplegados en la zona siguen encontrando cadáveres en varias áreas a las que, doce días después del paso del tifón, sigue sin llegar la ayuda humanitaria necesaria, como las afueras de la ciudad de Tacloban.

Haiyan, con vientos de hasta 315 kilómetros por hora, fue el tifón más fuerte registrado y el tercer desastre más mortífero en las historia reciente de Filipinas.