“Venimos con nuestros hijos porque esta marcha es una lección de vida”, dijo Silvia Saracho, quien acudió ayer con su esposo y sus cuatro hijos varones, por tercer año consecutivo, a la Marcha del Orgullo y la Diversidad de Córdoba.

Silvia y su familia formaban parte de esos tantos cientos de cordobeses que pasaron la tarde en el Parque Las Heras, en el pícnic multitudinario y socializador previo a la movilización.

Luego, fue el turno de la movilización que juntó a varios miles hasta la Plaza de la Intendencia con un cierre con música, artistas y alegría.

La quinta edición de la marcha fue un encuentro de júbilo y de consignas políticas. Se festejaron la orientación sexual, la libertad, la igualdad y también el poder de lucha y los enormes logros obtenidos. La diversidad se vivió en los rostros y en la ropa, en los peinados y en los accesorios, en los abrazos y los besos, en los cánticos y en las infinitas risas.

No faltaron las drag Queens vestidas y maquilladas de fiesta, un camión con música que marchó con decenas de personas bailando, banderas multicolores, carteles con reclamos y festejos, agrupaciones políticas, organizaciones sociales, curiosos, independientes, grupos de amigos, novios, parejas, familias, niños, adultos y jóvenes, muchos jóvenes.

Reclamos

Así, no faltó el colorido pero tampoco las consignas políticas. Las tres de este año eran muy claras y contundentes: la derogación del Código de Faltas, la inclusión laboral y la salud integral para personas trans, y el fin del financiamiento estatal a la Iglesia.

La primera marcha se realizó hace cinco años, cuando el matrimonio igualitario y la ley de identidad de género eran más un sueño por vivir en un país mejor que una realidad pronta por concretarse. “No estoy en ninguna organización, pero vengo a las marchas porque la movilización es lo que hizo que sumáramos derechos; muchos no vienen por desinterés, pero otros no lo hacen porque aún no es fácil mostrarse públicamente”, comentó Federico, quien fue con un grupo de amigos.

Los carteles que llevaban cientos de personas hacían hincapié en lo que falta y también en lo que hay para festejar. “Logramos la igualdad legal, vamos por la igualdad social”, decía en un cartel, mientras que en las espaldas de algunos se leía el lema “socialmente iguales, humanamente diferentes, totalmente libres”.