Falleció el adolescente internado por posible caso de leptospirosis

Falleció el adolescente internado por posible caso de leptospirosis
Cuatro integrantes de una familia que vive en Villa 351 de Paraná fueron internados con síntomas de padecer la enfermedad. La madre del chico fallecido ya fue dada de alta, mientras que dos hermanos pequeños continúan internados en el hospital San Roque.

Falleció a las 3 de la madrugada de ayer lunes el adolescente de 16 años que, al igual que su madre y dos hermanos más pequeños, fueron internados días atrás por un posible caso de leptospirosis. Si bien falta la confirmación de un segundo laboratorio (las muestras fueron enviadas a Buenos Aires para realizar un análisis más específico), los primeros resultados indicaron que el chico murió a causa de haberse contagiado de leptospirosis. La familia habita en el barrio Villa 351 de la capital entrerriana.

El doctor Leonardo Gubbspun, secretario técnico del hospital San Martín de Paraná explicó a UNO que la mamá del chico, quien fue la primera en presentar síntomas, ya fue dada de alta el 22 de mayo. En su caso ya está confirmado por dos laboratorios que padeció la enfermedad, lo cual aumenta aún más las posibilidades de que el deceso del muchacho sea a causa de la leptospirosis.

Otros dos integrantes de la familia, más pequeños, están internados en el hospital materno infantil San Roque.

Ni bien se conoció la noticia del padecimiento de la familia los vecinos reclamaron ante los medios de prensa la limpieza de la zona y ayuda para combatir los roedores. “Es común, sobre todo cuando estamos llegando al invierno o en lugares en donde se producen inundaciones, que personas que viven cerca de lugares habitados por roedores se contagien esta enfermedad”, explicó el profesional.

También indicó que el grado de compromiso de la enfermedad en cada ser humano depende del organismo de quien ataca y de sus defensas.

La enfermedad dura desde unos pocos días hasta tres o más semanas, dependiendo de su gravedad. La mayor parte de las infectados presentan sólo una primera fase, presentando molestias leves como fiebre, dolor de cabeza y dolor muscular o no presentado ningún tipo de molestias. La segunda fase puede ser grave y, si no es tratada debidamente puede provocar una recuperación lenta (meses), más raramente daños renales e incluso en casos extremos la muerte. En su peor fase, la enfermedad ataca la función hepática y renal y destruye los glóbulos blancos.

Gubbspun mencionó que los análisis llegarán desde Buenos Aires en 15 días.

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