El número de cristales afectados llega a 180, pero en primera instancia el Ejecutivo ordenó sólo el reemplazo de aquellos cuya reposición es imprescindible por razones de seguridad: los que exhiben mayores daños y pueden permitir el ingreso al edificio.

El presupuesto inicial para esos reemplazos es de unos 75 mil pesos y no incluye el proceso de espejado, ni la reposición de las cortinas que también fueron destrozadas. Se estima que el costo total de las reparaciones puede llegar a duplicar esa cifra.

El Ejecutivo ordenó una compra directa, pero hasta el momento sigue en duda quién se hará cargo del pago de las reposiciones.

En ocasiones anteriores –la rotura de vidrios es característica de los conflictos entre el municipio y el Suoem– el gremio había ofrecido el pago de las reposiciones. Esta vez ese gesto no existió y anoche desde el sindicato indicaron que es una posibilidad que "aún no se analizó". Desde el Ejecutivo recalcaron que esta vez la respuesta oficial no será negativa si tal oferta existiera.

Ayer la actividad en el Palacio 6 de Julio fue casi nula, pero los empleados que estuvieron en sus lugares de trabajo terminaron con agua nieve en la cabeza y pasaron mucho frío, puesto que la planta baja y amplios sectores del primer piso seguían con los vidrios rotos.

Según lo informado, la sede municipal volverá a estar habitable recién hacia principios de la semana que viene, siempre y cuando la asamblea general que se realizará hoy junto al edificio no incluya nuevos ataques con bombas y piedras lanzadas con morteros.