El sector asegurador, en el mundo, es, sin dudas, uno de los que más veces ha debido adaptarse a los cambios que imponen, no sólo las leyes hechas por los hombres, sino por los que se dan por el orden natural de las cosas.

Si tenemos en cuenta que ya en el Código de Hammurabi, hace unos 45 siglos aproximadamente, se contemplaba una especia de Seguro de Transporte, tanto para buques como para mercancías, podemos imaginarnos a los vaivenes que ha tenido que acomodarse el sector asegurador hasta nuestros días.

Hace algunas semanas el Poder Ejecutivo Nacional envió al Parlamento un proyecto de Ley que modifica los Códigos Civil y Comercial unificando ambos en un solo plexo normativo.

La elaboración de esa propuesta estuvo a cargo de una comisión de notables hombres y mujeres del derecho, integrada por juristas de la talla del propio Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Ricardo Lorenzetti.

Los aspectos del proyecto que por estos días han tenido mayor difusión son los relacionados con la paternidad, tanto en cuanto a la concepción como a la adopción, al matrimonio, al divorcio y el reconocimiento de los derechos a la dignidad, intimidad, honor e imagen, entre otros.

Si tenemos en cuenta las necesidades del sector asegurador, todos los actores deberían estar atentos a la redacción del Título V, Capítulo I, Sección I, que arranca en el artículo 1708 y va hasta el 1780, donde se describe lo que será la normativa que rija la relación de las aseguradoras con sus asegurados, o sea, nada más ni nada menos que la esencia del negocio.

BuenaFuenteentrevistó a uno de los abogados especialistas en seguros más reconocidos del sector, Carlos Facal, quien lleva trabajando más de 30 años en el mundo del seguro y ha pasado por todos los estadíos, desde empleado, gerente, presidente de empresa, consultor privado hasta docente de carrera de posgrado no le ha quedado nada por hacer en el medio.

-¿Cómo cree usted que va a tomar el sector asegurador este proyecto de unificación de los Códigos Civil y Comercial que se encuentra en el Parlamento?

Lo primero que va a tener que hacer el sector asegurador es poner bajo revisión absolutamente y completamente todas sus coberturas, especialmente las de responsabilidad civil, pero no solamente. Las compañías van a tener que prepararse para dar respuestas a este nuevo orden que podría darse en caso de sancionarse con fuerza le Ley este proyecto.

-¿Podría llegar a modificarse la relación existente entre aseguradora y asegurado?

Total y decididamente sí. Va a haber nuevos riesgos que cubrir, va a haber condiciones contractuales que van a quedar obsoletas e inaplicables como ya ha pasado, por ejemplo, cuando se dictó la Ley 17.711 en la década del 60’, donde las pólizas sufrieron transformaciones importantes, en algún momento se tuvo que plantear la cobertura por la responsabilidad objetiva, hasta entonces solo estaba contemplada la responsabilidad subjetiva de culpa o dolo del responsable de reparar un daño. Las pólizas fueron totalmente adaptadas cuando salió la Ley 17.418 de contrato de seguro en 1968. Es decir, las modificaciones de las relaciones entre aseguradora y asegurado no son nuevas, habrá que ver cómo reacciona la gente ante los cambios.

-¿Está preparado el sector asegurador para asimilar y adaptarse a esos cambios?

Si, sin dudas que sí. Implicará la realización de inversiones, implicará la necesidad de convocar a gente idónea y capacitada para que colabore, pero el sector está firme y consolidado como para absorber los cambios que se den si el proyecto se convierte en Ley.

En este escenario se va a ver la capacidad que demuestran los mismos ejecutivos de las compañías de seguros, por eso yo insisto en la necesidad de la formación de los cuadros, intermedios y altos, de dirección las empresas.

-¿Podemos imaginar que las compañías de seguros tenderán a la elaboración de seguros “de diseño” o “a medida”?

Muy probablemente algo de eso haya, pero también va a existir el seguro masivo, estandarizado, y es este seguro el que va a tener que aggiornarse porque, de aprobarse la reforma, van a cambiar muchos paradigmas.

- ¿Qué paradigmas derriba este proyecto?

Por ejemplo el que no hay responsabilidad sin falta o sin un factor de atribución de la responsabilidad. Acá va a haber muchas responsabilidades que van a provenir del hecho que haya daño. Ya existen algunas cuestiones en este sentido como la responsabilidad civil de los establecimientos educativos.

Hoy los colegios son responsables en todos los casos en los que haya daño, sea que le ocurra a los alumnos o a terceros. Seguramente va a cambiar la responsabilidad civil profesional, están cambiando los plazos de prescripción también.

En definitiva, todas estas cosas que estoy señalando van a obligar a una profunda revisión de todas las coberturas y todas las pólizas.

- Qué cree que va a pasar con la SSN (Superintendencia de Seguros de la Nación), ¿está realmente preparada para recibir estos cambios?

Bueno, las Superintendencia va a tener que hacer algo para evitar que se produzca un embudo, donde va a haber doscientas compañías presentándose para que les aprueben nuevas coberturas nuevas condiciones, y que esto se resuelva con agilidad y sin entorpecer el ritmo de trabajo de las empresas.

Todo esto requiere que ya se empiecen a estudiar variantes, modalidades de trabajo, etc, para que cuando llegue el momento de poner en marcha el mecanismo ya esté probado, y no que se empiece a trabajar recién una vez que la norma está publicada en el Boletín Oficial.

-¿Qué recomendación haría a las compañías de seguro?

Las empresas se tienen que empezar a preparar sabiendo que esto existe, deberían comenzar a hacer previsiones, a armar equipos de trabajo y pensar que esta es una oportunidad donde quizás surjan nuevos negocios.