Los despidos fueron justificados por el mal desempeño económico de la fábrica de bebidas sin alcohol. "Nos dijeron que no iban a hacer más gaseosas porque no les daban los números e iban a pasar a hacer soda, con lo cual la cantidad de gente que se necesita es menor", sostuvo uno de los despedidos.
"Yo puntualmente estoy de vacaciones hasta la semana que viene y no estuve personalmente en la reunión, pero sé por mis compañeros que soy uno de los despedidos", señaló Vicente, uno de los afectados. "En el momento de informarles del despido, en el comedor de la empresa, se les hizo firmar los papeles correspondientes, que ya estaban preparados. La mitad se quedó sin trabajo", completó.
El ex empleado afirmó que "nos dijeron que no iban a hacer más gaseosas porque no les daban los números e iban a pasar a hacer soda, con lo cual la cantidad de gente que se necesita es menor".
"Todo se acordó con las autoridades de la empresa y del gremio. En el momento de la reunión ya estaban todos en conocimiento. Para los compañeros fue un golpe duro. Hasta ese día venía todo normal y no había forma de preverlo. Siempre en el invierno la actividad bajaba un poco, pero nos arreglábamos adelantando vacaciones. No necesitábamos suspender empleados", agregó.
"También se informó que la empresa iba a hacer soda, y los que quedaban lo iban a hacer con sueldos más bajos. A los despedidos se les va a apagar una indemnización. La gente firmó ahí mismo, en la reunión", concluyó.
En representación del gremio estaba presente Claudio Potenza, titular de la delegación local del Sindicato Único de Trabajadores de Aguas Gaseosas (SUTIAGA), quien dialogó con este medio y explicó que "desde el 2009 a la fecha, la empresa viene perdiendo mercado y está con balances negativos. Tiene mucha competencia en su rubro en esta zona. La remó todo lo que pudo, pero la cosa se complicó en este año tan especial".
Potenza aseguró que "la empresa tenía la decisión tomada de volverse a Córdoba, a su casa matriz. En una negociación pudimos llegar al acuerdo de que la empresa se quede pero modificando el rubro: ya no va a envasar gaseosa, sino agua y soda. Lógicamente esto conlleva un achicamiento de personal". "La empresa se queda con un mercado más chico y lógicamente no puede hacerse cargo de todos los sueldos", acotó, en tanto destacó que "los trabajadores se van con el 100 por ciento de indemnización, seguro de desempleo, y la promesa de nuestra parte de intentar reubicar a los trabajadores en otras empresas del rubro".
"También mantiene más del 50 por ciento del personal y todos los puestos indirectos. Es algo muy doloroso, es parte de la coyuntura que estamos transitando, pero no estamos hablando de un cierre de fábrica, sino más bien de una reconversión; en el camino quedan compañeros, por supuesto", manifestó.
Por último, Potenza señaló que "los despidos se hicieron en regla. La empresa no le quiere escapar a ninguna obligación y como empresarios son muy serios. La empresa sigue adelante. Tratamos de ver el medio vaso lleno y no el medio vaso vacío. El trabajador lógicamente está desesperanzado, pero contenido. A lo mejor en unos años esta situación puede revertirse. Quedan trabajando en la planta treinta y pico de compañeros".
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