Exitosa extracción de células madre de cordón umbilical en el Pirovano

A Paulo González de 11 años le diagnosticaron recientemente una enfermedad que le genera una anemia severa de característica mortal para su cuadro de salud. Tras ser derivado desde el Pirovano al Penna de Bahía Blanca, fue puesto en manos de los profesionales de la salud del Hospital Garrahan. Desde este centro de salud le sugirieron a su mamá Eugenia -con un embarazo a término- hacer un trasplante de células madre del cordón umbilical como método por medio del cual intentar salvar la vida de su hijo.  

Así fue que Aaron llegó al mundo -este jueves- con la mejor respuesta posible para mejorar el delicado estado de su hermano que comenzó el tratamiento de quimioterapia en el centro de salud especializado de capital federal, mientras ahora esperan por los resultados de compatibilidad de las muestras extraidas en Tres Arroyos.

Eugenia, con 28 años de edad, es madre de cuatro niños más, cada uno de ellos con distinto tipo de patologías por las cuales también son una familia bien conocida en el centro de salud pública tresarroyense. Fue así -y no sin una fuerte insistencia- cómo desde el punto de vista médico entendió qué camino tomar, cuando en un cuadro de desesperación estuvo por viajar -a punto de dar a luz- hacia el encuentro con su hijo enfermo.

La responsable de hacérselo entender fue la responsable del servicio social del Pirovano, la licenciada Paola La Plaza, que si bien le dio el pasaje hacia Buenos Aires que la desesperada madre le pidió, al mismo tiempo le explicó que el mejor remedio para su hijo lo estaba llevando en su vientre.

 

Un bolso y una campera

Mientras el sistema de salud público tresarroyense comenzaba a encajar sus engranajes, en forma paralela la historia registraba otro costado. Es porque Eugenia había escrito en el facebook de "Vendo Tres Arroyos" que necesitaba un bolso y una campera para viajar porque tenía un hijo enfermo.

El pedido llegó a oídos de Guillermo Jaime y Verónica Solans, matrimonio de nuestra ciudad que abrazó la promoción para la donación de médula ósea, tras la lamentable muerte de su hijo mayor.

De esta manera Eugenia pudo recibir lo que necesitaba -y con creces- porque junto a un grupo de matrimonios amigos Guillermo y Verónica se organizaron para asistir a la joven madre y a sus hijos con la limpieza de la casa y artefactos del hogar.

Además, recibió los consejos del matrimonio sobre la situación sanitaria de su hijo, y de su propio embarazo.

"El lunes nos enteramos de todos los problemas de salud de sus demás hijos y que se manejaba en bicicleta. Con matrimonios amigos nos juntamos, compramos cosas de limpieza, le limpiamos la casa, le arreglamos el calefactor, los muebles, las cuchetas. Pero nada tiene que ver con lo que iba a pasar el jueves. Después nos íbamos a enterar", explicó Jaime.

 

Y vino Aaron

Ese día, el jueves, la doctora Analía Barcala, jefa del servicio de Ginecología y Obstetricia del centro de salud público, junto a la referente del servicio de Hemoterapia, Lucía Palma; pusieron en marcha el parto por cesárea de Eugenia, que tendría el doble objetivo de dar a luz a Aaron, y además extraerle células madre de su cordón umbilical y placenta con los cuales poder intentar salvarle la vida a su hermano, internado en el Hospital Garrahan.

Explicó Barcala a La Voz del Pueblo que "esto tiene que quedar claro. La sangre no se extrae al bebé nacido. Se realiza una cesárea como cualquiera, y una vez nacido -en este caso después del corte del cordón- se realizó la punción de acuerdo a todo el procedimiento que nos detallaron bien desde el Garrahan. En el tercer período del parto, el alumbramiento, durante la expulsión de la placenta en este caso -in útero- con la placenta aún no desprendida, se realiza una punción detallada en el cordón umbilical. Esa sangre se trasfunde a la bolsa colectora donde Lucía (Palma) la procesa. Se saca la placenta manualmente y se hace una segunda punción en un lugar cercano a la inserción del cordón en la placenta", describió.

Barcala aseguró que el proceso "se llevó a cabo en tiempo y forma. No hubo ningún inconveniente y una vez terminado seguimos operando a la paciente. Después Lucía hizo su procedimiento que concluyó con el envío refrigerado de la muestra de sangre hacia Buenos Aires".

Por su parte la especialista de Hemoterapia, contó que puso en práctica el protocolo que desde el Garrahan le indicaron. "Todo en las condiciones de asepsia ordenadas. Terminé de procesar todo y coloqué la muestra en el kit que también nos enviaron. Era el volumen esperado y más. En perfectas condiciones nos dijeron que llegó", sostuvo.

 

Previsto y coordinado

La responsable del servicio de ginecología y obstetricia destacó que para partos como este "es mejor tener todo previsto porque hay una condición de asepsia que tiene que ser perfecta, detalles técnicos que pueden ir en contra como perforar el cordón, no extraer la cantidad de sangre necesaria. Y debe estar preparado todo el equipo para realizar el parto. En la cesárea programada uno tiene más tiempo para hacerlo", explicó.

A su turno Paola La Plaza, se refirió al caso de Eugenia como el de una mamá que "estaba angustiada, ansiosa, en término. Y todo este caso implicaba que hubiese una coordinación importante. Era una mamá que ante un diagnostico tal de su hijo se quería ir y no quería esperar. En un primer momento no dimensionaba la importancia de la extracción de ésta célula".

 

"Una conjunción"

En tanto el doctor Gabriel Guerra, director técnico del Hospital -satisfecho con los resultados- dijo que se "dio una conjunción de oportunidades para el sistema de salud de Tres Arroyos para una persona en particular y para dar pie a la información y a un futuro de desarrollo de una solución para un montón de problemas de salud para la población". Resaltó además -sobre manera- el nivel de respuesta de cada profesional que de modo independiente venía trabajando sobre el caso, aspecto que ratificó la licenciada La Plaza.

"Se dan un montón de situaciones donde ninguno dio la espalda, ningún trabajador del hospital. Desde el punto de vista técnico su pudo eludir una responsabilidad para que lo realicen en el Hospital Garrahan, pero se tomó el compromiso de resolverlo", remarcó.  

Y agregó que Paulo presentó un cuadro de "anemia severa grave donde la fábrica de los tres elementos de la sangre deja de funcionar", y la situación se conjuga con la circunstancia en la que "su madre está embarazada y está a punto de tener ese bebé (Aaron)", a partir de donde se obtuvieron las muestras células madre de cordón que serán analizadas por un período de 30 días tras lo cual se podrá tener la certeza de su grado de compatibilidad, que mejora al provenir de su hermano.

 

"Oportunidad de oro"

Toda la situación bajo la mirada de la secretaria de Prevención y Salud, doctora Mónica Capalleri, se resumió en un sentimiento de "orgullo y confianza" sobre el personal, pero "fundamentalmente a la conducción del doctor (Gabriel) Guerra".

La también obstetra subrayó "el compromiso y profesionalismo" de cada integrante del equipo que dio respuesta a la situación porque según consideró: "Supieron estar a la altura de las circunstancias de ver una oportunidad de oro".

 

Desde el Rotaract

También participó de la entrevista, Juliana Santarén, del Rotaract Tres Arroyos, quien manifestó que "desde hace dos años unimos fuerzas con Guillermo Jaime y Verónica Solans para llevar adelante la campaña de donación de médula". En este período de tiempo se han registrado "muchos interesados" y cuentan con una pagina de facebook donde reciben consultas al respecto. Y sobre el caso de Aaron y su hermano Paulo, contó que hay mujeres embarazadas que han demostrado su interés en saber "cómo poder donar células madre de su cordón umbilical".    

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