Samsung Electronics, el mayor fabricante de "smartphones" del mundo, informó ayer de un nuevo récord en beneficios y ventas en el tercer trimestre, impulsado por el éxito de su producto estrella, el teléfono inteligente de alta gama Galaxy S4.

El gigante de la tecnología de Corea del Sur logró en el período de julio a septiembre un beneficio neto de 8,24 billones de wones (unos 5620 millones de euros), cifra que supone un avance del 25,6% interanual y del 6% en comparación al trimestre anterior.

Las fuertes ventas del Galaxy S4 explican en parte el impresionante resultado de la compañía, cuyo crecimiento no parece tocar techo ya que trimestre tras trimestre va ampliando sus beneficios. Desde su lanzamiento al mercado a finales de abril se han vendido más de 40 millones de unidades del Galaxy S4 en todo el mundo, cifra que tardó un mes más en alcanzar y en la que se estancó su predecesor, el Galaxy S3, según datos de la compañía.

Con un procesador de cuatro núcleos, pantalla táctil de 5 pulgadas Super AMOLED Full HD, cámara trasera de 13 megapíxeles y capacidad para detectar el rostro, la voz y los movimientos sin tocar la pantalla, el "smartphone" insignia de Samsung compite estos días codo a codo con el exitoso iPhone 5 de Apple. Al margen del Galaxy S4, recientemente la firma surcoreana ha buscado diversificar sus productos para afrontar la cada vez más intensa competencia del mercado, con "gadgets" innovadores como el Galaxy Gear, un "reloj inteligente" de muñeca que funciona como complemento de otros dispositivos. En el tercer trimestre, logró en ese período un histórico beneficio operativo de unos 6937 millones de euros.